Oro olímpico de Yipsi trasciende dimensión individual

El oro que desde hace poco le corresponde a Yipsi Moreno por su límpida actuación en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, constituye el pináculo merecido para una carrera deportiva plagada de éxitos cosechados con el sacrificio de los entrenamientos, la indiscutible maestría técnica alcanzada y un singular espíritu competitivo.

Digo le corresponde porque el Comité Olímpico Internacional (COI) ratificó recientemente el control antidopaje adverso del reanálisis de la bielorrusa Aksana Miankova, ganadora en lanzamiento del martillo en aquella cita estival. Falta hacer la redistribución de las medallas y declarar oficialmente campeona a la camagüeyana, quien pasará su plata a la siguiente concursante, si está limpia o no existe sospecha en su contra.

Es casi automático el corrimiento de las preseas, pero no absoluto. A la griega Ekaterini Thanou, que jugó a escabullirse de los controladores en el 2004, la penalizaron posteriormente cuando el escándalo de la estadounidense Marion Jones.

El oro del hectómetro femenino en Sydney 2000 quedó desierto y a ella la dejaron con su plata.

Muy reciente confirmaron también el reanálisis positivo de Natalia Mikhnevich, por coincidencia bielorrusa, medallista de plata en impulsión de bala en la misma cita olímpica china. Seguramente será una de las mejores noticias de su vida para la cubana Misleydis González, quien finalizó cuarta y, por tanto, le corresponde el bronce.

A la ya retirada deportista de la provincia de Granma la antecede no solo una bielorrusa más, sino Nadzeya Ostapchuk. Ella ya perdió el oro de Londres 2012 por positiva y habría que ver si le tomaron muestra —y si deciden reanalizarla— en Beijing.

En cualquier caso, es difícil la adelanten a subcampeona por el precedente. Misleydis no le puede brincar por arriba, pero no se perjudica y será bronce, de momento, compartido. Su salto sería mayor, por encima de Ostapchuk, si sale del juego definitivamente por otra falla.

Aparte de constituir inmensas satisfacciones para las corajudas representantes del atletismo cubano, sus progresiones en medallas, sobre todo la de Yipsi, rebasan la dimensión individual para proyectarse fecundamente a nivel de deporte y de delegación.

Estos premios contribuyen a reforzar el papel del atletismo y que no sea tan rezagada la posición de Cuba en el medallero general por naciones. El atletismo pasa a deporte protagonista, con dos de los tres oros en Beijing 2008. Recordar que Dayron Robles conquistó los 110 metros con vallas, y el gran Mijaín López inició allí su rutilante trío consecutivo de coronas olímpicas en lucha grecorromana.

En su sector, el atletismo se consolidó entre los seis primeros por medallas y los ocho primeros por puntos. Más importante: adelantó del 18 al 17 lugar en el acumulado histórico de 120 años de Juegos Olímpicos (1896-2016), significativo para un pequeño país con potencia y 11 premios dorados en apenas las últimas cuatro décadas a partir de Juantorena en 1976.

Aclaro: NO son posicionamientos definitivos. Es difícil tenerlos a mano, pues son mu­chos los cambios y hay otros en proceso. Por ejemplo, el de Nesta Carter, que puede costarle a Jamaica y a Usain Bolt el oro del relevo 4x100 en la capital china.

Igual de parcial es el lugar de Cuba en el medallero general tras movimientos en varios deportes. Provisionalmente anda en el 19, avanzando desde el lugar 28 original, ajustada con tres de oro, diez de plata, 11 de bronce. Eso tiene su valor.

Más importante es el total de 25, sobre todo si desafiamos la tendencia que solemos seguir de alinear por medallas de oro. Solo diez na­ciones del llamado «primer mundo» obtuvieron más de 25 preseas en Beijing. Y en otros Juegos… parecido, pero ese pudiera ser tema de otro trabajo.