El Everest de Camagüey

CAMAGÜEY.—En el universo de­portivo escuchamos con frecuencia que un equipo o atleta se enfrentará al «Everest » de cierta competición, lo cual significa que están a las puertas de medirse a los rivales más complejos, al ciclo más exigente de una temporada.  

Para los Toros agramontinos, to­da la segunda ronda de la 56 Serie Nacional de Béisbol representa una colina muy empinada, la cual de­ben escalar en pos de conseguir su mejor actuación desde el 2001, cuando alcanzaron el podio con el tercer lugar.

«Después de clasificar no íbamos a descansar hasta salir del sexto lugar. Hace 15 años no entrábamos en un grupo de cabecera, y logramos un repunte que nadie esperaba. Si ya dimos esa sorpresa, por qué pensar que será imposible meternos entre los cuatro grandes», expresó a Granma el mentor Orlando Gon­zález, quien no da tanta importancia al hecho de ser uno de los conjuntos más débiles en el papel.

«En la primera fase nosotros les ganamos la subserie a tres de los cinco rivales que clasificaron; en teoría, no tenemos el mismo potencial que los favoritos, pero ya demostramos que podemos dar guerra. En el colectivo somos optimistas, respetamos mucho a los oponentes y siempre decimos que el terreno dice la última palabra», destacó el director camagüeyano.   

La filosofía de los agramontinos es buscar la victoria juego a juego, sin precipitarse. «Nosotros somos una guerrilla y vamos tiro a tiro, no contamos con grandes nombres, ni figuras establecidas, pero la mentalidad ganadora de nuestro mánager, que hasta casi el otro día se encontraba jugando con nosotros, ha contribuido mucho en la motivación de jóvenes que luchan por llegar a lo más alto de la pelota en Cuba», resaltó Alexander Ayala, líder de la novena.

Crucial en el despertar de este conjunto ha sido el sólido trabajo de los lanzadores, terceros en efectividad (4.07) durante la presente ronda y punteros en el average de los oponentes (244), con destaque particular del refuerzo santiaguero Danny Betancourt. El diestro, luego de culminar la primera fase con alto promedio de limpias (4.58), ha dado un giro a su rendimiento con dos salidas perfectas, en las cuales le batearon para 171, con dos carreras permitidas en 12.2 entradas.

«Opté por él y me criticaron mucho, la prensa cargó contra mí, pero no me ha hecho quedar mal. Sabe lanzar pegado y conoce muy bien lo que debe hacer en cada momento del partido. Se está preparando muy fuerte, porque quiere in­tegrar la selección al Clásico Mun­dial y en su segunda apertura se vio mejor que en la primera, creo que va en ascenso, asimilando a la perfección el entrenamiento duro», nos comentó Orlando González, quien está complacido con la entrega de sus nuevos pupilos.

«Los refuerzos parecen que siempre han estado aquí, se llevan muy bien con el colectivo. Los tuneros no han comenzado a su altura, pero Yordanis Alarcón aporta experiencia y Rafael Viñales ha mostrado mu­cha disposición, jugando con mo­lestias en su muñeca izquierda. Si él comienza a batear y se une a la producción de Julio Pablo Martínez, nuestras oportunidades se multiplicarán», añadió el timonel.

Lo cierto es que los Toros presentan una imagen muy diferente a la de años anteriores, en la cual ha incidido mucho el compromiso de los peloteros, como explica Alexander Ayala. «Ellos se han mentalizado. Antes se daban un golpe, les recetaban tres o cuatro días de descanso y los tomaban; ahora eso no sucede. El deportista tiene que reponerse al dolor y los muchachos se han superado en ese sentido; ya juegan con lesiones para aportar al equipo, solo de calentar se olvidan de las molestias y eso es algo que marca la diferencia».