La Habana fue un buen examen para el fútbol estadounidense

Un día antes del partido amistoso celebrado el pasado 7 de octubre entre Cuba y Es­tados Unidos, el seleccionador norteamericano de fútbol Jurgen Klinsmann destacaba en rueda de prensa en el estadio Pedro Marrero que, a La Habana vino con una base de jugadores a los cuales necesitaba observar en cancha para determinar si podía llamarlos de cara a las dos primeras fechas de la hexagonal final de Concacaf, rumbo a la Copa del Mundo Rusia 2018.

Y en efecto, el otrora campeón mundial co­mo jugador con el equipo de Alemania en 1990, convocó este domingo a 17 de aquellos 22 hombres que asistieron a la capital cubana y donde obtuvieron una victoria por 2-0.

En la lista para enfrentar el 11 de noviembre como local a México, en Columbus, Ohio, y posteriormente a Costa Rica en casa de los ticos el día 15, el estratega reunió a 26 figuras, destacándose la ausencia de uno de los goleadores en nuestro país: el atacante Chris Wondolowski, debido a una lesión.

El otro anotador en aquel duelo, Julian Green, sí aflora en la nómina, junto a los porteros Ethan Horvath y William Yarbrough; los de­fensores Steve Birnbaum, John Brooks, Omar González, Timmy Chandler, De Andre Yedlin y Fabian Johnson, en tanto en el centro del campo aparecen Alejandro Bedoya, Michael Bradley, Lynden Gooch, Sacha Kljestan y Christian Pulisic, y para el ataque Klinsmann mantuvo a los delanteros Jozy Altidore, Julian Green, Jordan Morris, y Bobby Wood.

Los otros cuatro futbolistas descartados junto a Wondolowski, fueron el zaguero Geoff Cameron, por lesión, en tanto de los centrocampistas Perry Kitchen y Danny Williams, y el arquero David Bingham, no se ofrecieron detalles sobre sus ausencias.

Quienes completan el grupo de 26 y no habían asistido a Cuba son los guardametas Brad Guzan y Tim Howard; en la defensa aparecen Matt Besler, Cameron Carter-Vickers y Michael Orozco, en el mediocampo sobresalen Jermaine Jones, Caleb Stanko y Graham Zusi, más el delantero Aron Johannsson.