Desde el final de la eliminatoria, animada por seis equipos, Cuba ya había obtenido en la Copa Panamericana Sub-23 femenina de voleibol su pase al Campeonato Mundial de igual categoría, señalado para el año próximo en Eslovenia.
Acorde con el reglamento de la competencia, los dos elencos de mejores resultados por el área de Norte, Centroamérica y el Caribe (Norceca), y uno por Sudamérica, llenarían los cupos para la lid del orbe. República Dominicana y Cuba por nuestra área geográfica en tanto Argentina por el sur del continente americano, capturaron esas tres papeletas.
Las cubanitas —con más reveses que victorias (2-3) en las preliminares— pasaron por delante de las peruanas, anfitrionas del evento que aún cuando trabajaron para cuatro éxitos y una derrota ante República Dominicana, fueron eliminadas en semifinales por Argentina (las venció 3-1), dueña del boleto al cierre de esta edición para Sudamérica. Las quisqueyanas ganaron su tercer oro al imponerse 25-21, 25-19, 25-19 a las argentinas.
DEMASIADOS PUNTOS REGALADOS
Si nos atenemos a las actuaciones de la selección de mayores que este año jugó en el tercer nivel del Grand Prix (lugar 25 entre 28 participantes), veremos que los excesivos errores cometidos en sus partidos lastraron su trabajo.
Algo parecido le ocurrió a la escuadra Sub-23 en esta Copa Panamericana. En preliminares triunfó a costa de los más débiles, con balances de pifias cercanos a los de sus oponentes. Dominó 3-0 a Costa Rica con 26 errores, por 19 las ticas, mientras en el 3-0 a Trinidad y Tobago la cuenta quedó 13 deslices cubanos por 16 de las trinitarias. En el revés 2-3 frente a Perú, las alumnas de Roberto García regalaron 37 puntos, por 22 sus adversarias, en un partido donde ganaron los dos sets iniciales 25-22 y 25-22 y luego cedieron 22-25, 15-25 y 16-18.
Net por medio contra Argentina, Cuba perdió 1-3 y cometió 34 errores por 27 las albicelestes, en tanto República Dominicana blanqueó fácil a las nuestras, dueñas de 30 deslices por 13 las vencedoras. En la derrota de semifinales (0-3) de cara a las quisqueyanas, estas regalaron 12 tantos por 26 las nuestras.
En la disputa del bronce desafiando a Perú, por poco se repite la historia de la eliminatoria: Cuba triunfó 25-14 y 25-19, después cayó 16-25 y 12-25, pero salió airosa en el tie break 15-8, para obtener la medalla de bronce, aunque triunfó en tres ocasiones y perdió en cuatro.
Las estadísticas valoran en primer lugar los puntos adquiridos por los triunfos-reveses, y, si hay empate, el índice de tantos a favor y en contra decide posiciones en la tabla. Las cubanitas sumaron 13 unidades, e índice de 1.081, producto de 397 tantos anotados y 367 aceptados, lejos del 391-270 de República Dominicana, líder de la eliminatoria con 21 unidades e índice de 1.448.
Cuba llevó a la lid una formación donde únicamente la central Heidy Casanova y la pasadora Gretel Moreno poseen alguna experiencia, pues Dalila Palma apenas jugó en el pasado Grand Prix. La nómina fluctúa entre 16 y 19 años de edad promedio; sin embargo, las dominicanas presentaron un plantel entre 19 y 20 años, con la central Sthefany González, de 14 abriles. Siete de sus jugadoras responden al club Deportivo Nacional; Argentina igualmente tuvo a varias voleibolistas del club Boca Junior, lo mismo que Perú con varias extraídas del Sporting Cristal.
Ante la realidad planteada por las rivales, de seguro con más posibilidades de jugar en su nivel, el voleibol cubano sigue apuntando a la necesidad de rescatar una liga nacional que ofrezca oportunidades de fogueo a mayores y juveniles.

















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Fernando dijo:
1
26 de septiembre de 2016
02:41:10
Rey dijo:
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26 de septiembre de 2016
03:56:16
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3
26 de septiembre de 2016
06:27:43
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26 de septiembre de 2016
08:35:40
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5
26 de septiembre de 2016
17:42:10
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