ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Isvén Román tienen a su cargo la preparación física del equipo Cuba. Foto: Yander Zamora

Antes de efectuar el partido que pone fin a cada jornada de entrenamiento, Isvén Román realiza una pequeña charla técnica con los integrantes de la preselección nacional de fútbol sala, donde les señala aspectos físicos que no pueden descuidar. Luego, durante el desarrollo del choque, se fija en errores que más adelante serán corregidos.

“La exigencia es grande con este grupo, pues tenemos metas muy altas durante la Copa Mundial de Colombia 2016”, relata el preparador físico desde el 2015 del equipo Cuba, dirigido por Clemente Reynoso.

Sobre nuestro regreso al máximo nivel de la disciplina y el futuro de este deporte, Granma dialogó con quien fuera jugador de la escuadra cubana desde 2004 hasta 2014, período en el que asistió a dos citas mundialistas (2004 y 2008).

—¿Cómo llegan los jugadores a Colombia?

—Tenemos el mejor equipo posible, sin lesiones de ningún tipo y con toda la plantilla en gran forma física y competitiva. Los muchachos acumulan un buen número de partidos este año, lo que les permitirá encarar la fase de grupos con la experiencia y el rigor necesario.

Hemos ensayados disimiles jugadas colectivas y a balón parado, con mucho énfasis en los aspectos tácticos defensivos, los cuales pondremos en práctica en el Mundial. Cada futbolista tiene la mentalidad de mostrar un alto nivel en función del juego colectivo.

—¿Qué valoraciones haría de los rivales en el grupo B?

—No hay enemigo pequeño, no te puedes confiar, si lo haces te puede costar muy caro. Pienso que el sorteo nos favoreció, porque tenemos dos adversarios (Egipto y Tailandia) frente a los que podemos realizar excelentes partidos. Rusia está en un nivel muy superior y puede optar por incluirse en semifinales.

Nosotros vamos pensando primero en sacar un resultado positivo contra Egipto en el debut. Luego veremos cómo afrontar los otros duelos. Es muy importante que el grupo mantenga la concentración en defensa, nuestro punto más débil, y no desesperarse por finiquitar las jugadas de cara al gol.

—¿Las giras por países latinoamericanos fueron suficientes para obtener un buen resultado en la Copa del Mundo?

Creo que sí, todos tienen un promedio de cinco partidos amistosos, en los cuales se ensayaron jugadas tácticas. Además, varios hombres necesitaban adquirir mayor volumen de choques a nivel internacional, y rivalizamos con equipos de primer nivel, díganse Brasil y Argentina, por citar dos casos, que nos han servido para trabajar sobre los errores cometidos.

—¿A que aspira este equipo en Colombia?

El reto que nos proponemos es grande. No nos conformamos con ganar un solo partido. Tenemos el objetivo de llegar a los octavos de final. Suena muy pretencioso de parte nuestra decir eso, pero esa es la mentalidad que hemos inculcado en estos meses.

—¿Qué le representa formar parte del equipo mundialista?

Asumí el llamado de la dirección técnica con gran seriedad. No era una tarea fácil porque fui hasta hace pocos años capitán del seleccionado y con varios de los actuales jugadores compartí en el equipo nacional.

Antes de comenzar el largo camino mundialista, el colectivo técnico se reunió y acordamos la necesidad de hacer una gran preparación física, atendiendo a que sería casi un año de competencias, pues primero enfrentaríamos la eliminatoria del Caribe y el Pre-mundial, sumado a varias giras de preparación. El trabajo fue duro, pero se obtuvo el boleto a Colombia. La satisfacción es enorme porque volvimos a colocar a Cuba entre los mejores equipos del planeta.

—¿Luego del Mundial que sigue para el fútbol sala cubano?

El primero de octubre arranca en La Habana el Campeonato Nacional. Se trata de un torneo importante, pues marca el inicio del próximo ciclo y necesitamos observar a los nuevos jugadores que en un futuro, por su talento, puedan sumarse a las filas de la preselección. Está previsto, también, que se desarrolle en Guatemala una Copa de Clubes en noviembre, a la cual pretendemos asistir.

—Entonces goza de buena salud este deporte…

Estamos en un momento especial, porque logramos regresar a un Mundial, luego de no clasificarnos hace cuatro años para la justa de Tailandia. Hay nuevos talentos con los cuales tenemos que trabajar desde ya para elevar su nivel de juego. En La Habana el fútbol sala sigue atrapando a muchos jóvenes y pienso que crecerán los practicantes. Si conseguimos una buena actuación en Colombia, puede que en el futuro nuestro deporte tenga mejores resultados, atendiendo a la cantidad de personas que se enrollen en el mismo. 

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Frank dijo:

1

9 de septiembre de 2016

12:05:44


ojala el equipo puedea avanzar en el mundial en colombia y mejore su actuación en estas sitas ... Soy fan al futbol y espero que la selección del sala logre un resultado satisfactorio...