Rusia “joga bonito”

Con un equipo balanceado en todas sus facetas del juego, Rusia llega a la venidera Copa Mundial de Fútbol Sala de Colombia con grandes aspiraciones de incluirse entre los tres primeros puestos, luego de finalizar como subtitular de la Eurocopa 2016 y desarrollar una gran eliminatoria mundialista donde no conoció la derrota.

Desde hace 20 años los rusos no han podido llegar al podio —tercer lugar en España 1996— y ahora con la profundidad y experiencia internacional de su plantilla se presentan como un conjunto bien difícil de superar por cualquier adversario.

Ubicados en la llave B, el elenco europeo enfrentará a Tailandia, Egipto y Cuba por ese orden, rivales que no deben importunarle en su camino hacia los octavos de final. De­be­mos recordar que en el Mundial de Brasil 2008, rusos y cubanos se vieron las caras en la primera fase, en un duelo donde los primeros se llevaron el éxito por 10-5. De aquella escuadra solo se mantiene por Cuba Jhonnet Martínez, mientras Wilfredo Carbó e Isvén Román, en la actualidad se desempeñan como miembros del colectivo técnico.

A lo largo de la clasificatoria los rusos comandaron el grupo III de la ronda preliminar europea, ganándole a Finlandia por 3-0, a Serbia con un ajustado 2-1, y frente a Turquía consiguieron una goleada de 7-1. Al quedar como cabeza de serie, dispu­taron ante Bielorrusia, segundo del grupo II, uno de los sietes boletos conferidos por la FIFA al Viejo Continente.

El 22 de marzo del presente año los rusos derrotaron como visitantes a los bielorrusos por marcador de 4-1, gracias a los goles de Robinho, Sergey Abramov (2) y Dmitry Lyskov. Para el choque de vuelta ambos elencos empataron 2-2, con dianas rusas de Artem Antoshkin y Eder Lima.

Su excelente nivel competitivo se apoya fundamentalmente en la magia de los importados brasileños Robinho, Rómulo y Eder Lima, este último máximo anotador de la pasada justa mundialista. Los tres ruso-brasileños se encargan de manejar los hilos conductores del juego, además de poseer gran olfato goleador.

La defensa no queda al descubierto, toda vez que se considera una de las más sólidas del mundo encabezada por Danil Davydov y el propio Rómulo. Por su parte, los futbolistas de la banca tienen el nivel cualitativo necesario para evitar un descenso en el funcionamiento táctico, lo que obliga a sus contrarios a jugar con gran intensidad durante casi todo el compromiso.