RIO DE JANEIRO. – Habíamos decidido desde la noche anterior recorrer los 45 kilómetros que separan al núcleo central de los Juegos Olímpicos de la hermosa playa Copacabana para ir tras la carrera de ciclismo femenino. Y lo hicimos conscientes de que no reportaríamos una actuación medallista de la cubana Arlenis Sierra.
Pero la estirpe de esta manzanillera siempre nos convoca. Antes del inicio nos dijo que se sentía tranquila y que tan exigente como sus laureadas rivales y el hecho de correr sola, sin equipo, lo era también el trazado de 130 kilómetros. Marcó los números 1, 2, 5, 12, 27, 39 y 45 en una pegatina sobre su timón. ¿Y esos números? “Son las corredoras que deben comandar la ruta. No quiere decir que me vaya a ir tras ellas en cada tironazo, pero si las veo al alcance, es señal de que voy bien”, nos dijo. Y se fue a la salida con una sonrisa y la voluntad de hacerlo bien, lo mejor posible.
Se mantuvo en el pelotón que soportó una escapada de 53 kilómetros de la belga LotteKopecky y luego la de la alemana RommyKasper, que solo duró siete. Rodó dándose a respetar en un itinerario para seres humanos con el corazón en el medio del pecho, que fijo una extensa superficie de adoquines sobre el kilómetro 55 y una empinada subida de nueve cuando ya habían pedaleado sobre otros 116 para luego desplazarse en un azaroso descenso de curvas muy cerradas.
Encima de los adoquines llegó el primer percance de Arlenis. “Pedaleé casi 20 kilómetros con el timón prácticamente suelto porque se me aflojo allí. Eso me hizo ir hasta la final del pelotón para que el carro de Cuba me alcanzara una llave y yo misma lo apreté. Fue tremendo para volver a conectarme, más o menos sobre el 95 y de allí seguí dentro del grupo que había cazado a la belga, pero cuando llegó la montaña todo cambió”.
Dijo que ha competido en recorridos muy fuertes, pero este con constantes bajadas y subidas, curvas, el viento fuerte y de frente, no se le parecía a nada. “Hice todo lo que pude, trate de resistir hasta que me dieran las fuerzas, quería y creo que podía terminar en una mejor ubicación, pero las contrarias tienen un nivel muy superior”. Y nos regaló una frase desde su proverbial modestia y sencillez: “Ojalá un día yo pudiera correr como ellas”.
Picky, el de las Vueltas a Cuba, es decir Joel García, colega de Trabajadores y yo le preguntamos si sabía que el lugar 28 que obtuvo supera en 18 la mejor actuación de su país en Juegos Olímpicos, que databa del año 2000, cuando Dania Pérez logró el peldaño 46
“Corrí para superarme yo, para estar por encima o al nivel que había alcanzado. Hacerlo aquí es donde de verdad lo sientes. Es decir, no quería superar algo o alguien, sino a mí”. Y entonces confesó que seguirá preparándose con mucho ahínco para próximas lides.Y ante verdaderasgalácticas y después de 136 kilómetros de excelso ciclismo,decidido en los últimos 80 metros, aseguró que “algún día quisiera estar en el podio olímpico, es difícil, pero no lo veo imposible”.
Nos pidió permiso y nos hizo ir hasta donde estaba la holandesa Anna van der Breggen para que le hiciéramos una foto con la espectacular ganadora de la prueba, justamente la dueña del dorsal número dos, uno de los que ella había marcado en su timón.
COMENTAR
dulce dijo:
1
7 de agosto de 2016
21:13:46
Noel Respondió:
8 de agosto de 2016
07:53:26
Omar dijo:
2
7 de agosto de 2016
21:40:37
Ramon dijo:
3
8 de agosto de 2016
04:50:19
Noel dijo:
4
8 de agosto de 2016
07:56:22
Victor Corona dijo:
5
8 de agosto de 2016
09:42:33
Linda dijo:
6
8 de agosto de 2016
11:30:58
josel dijo:
7
8 de agosto de 2016
14:19:23
Responder comentario