RÍO DE JANEIRO.—Las ceremonias de apertura de los Juegos olímpicos suelen ser fastuosas como las de Beijing’08 y Londres’12, o más sencillas al estilo de la recién efectuada en esta sede.
Son vitrinas abiertas al mundo para mostrar la rica historia de los países anfitriones, la valía de sus pueblos, concebidas para enaltecer los nobles ideales en los que ha de inspirarse la obra del género humano, representado en estas reuniones cuatrienales por deportistas de disímiles latitudes.
Una ceremonia inaugural, en el día de su realización, entraña que los participantes se alisten desde temprano. Entre esos preparativos, y ya una vez en el estadio, le dedican de siete a ocho horas mientras transcurre el protocolo, la parte cultural y el desfile de las delegaciones, hoy en día a cargo de más de 200 naciones afiliadas al Comité Olímpico Internacional.
Para reducir en alguna medida el cansancio que provoca en los atletas permanecer esa cantidad de horas de pie en el terreno, las comitivas reducen el número de sus integrantes que tomarán parte en el desfile, preservando a quienes al día siguiente de la apertura deberán iniciar sus competencias.
En unas declaraciones hechas a la prensa por el laureado nadador estadounidense Michael Phelp, dijo que recibía con gran honor ser el abanderado de la delegación aquí en Río, y a renglón seguido afirmó que en ocasiones anteriores en las cuales no asumió tan alta responsabilidad, había declinado desfilar porque el programa de sus competencias comenzaba siempre en la fecha siguiente ala velada inaugural.
Algunos colegas de distintos países, ofrecieron sus criterios sobre el tema:
Me agradó lo que vi aquí este viernes, fue muy importante cómo trataron la biodiversidad, cómo valoraron la cultura nacionaly la música brasileña, pero la extensión del desfile lo hace monótono. Cada país solo debía llevar a una representación más reducida aún de sus integrantes. (Periodista chileno)
La gente adquiere una entrada para presenciar un espectáculo donde los protagonistas en realidad terminan cansados, algunos incluso se sientan en el suelo cuando ya llevan varias horas allí. Lo inteligente es reducir todavía más el número de los asistentes por cada nación. (Periodista cubano)
La noche fue muy bonita, cumplió su papel, aunque muchos atletas brasileños no asistieron para evitar el desgaste físico, pero para evitar eso no existen otras opciones. (Periodista brasileña)
En los criterios vertidos existe una coincidencia, tal vez pudieran hacerse menos numerosas las representaciones enlos desfiles. Y usted, amigo lector, ¿qué opina?
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Ramon dijo:
1
6 de agosto de 2016
17:25:48
Francisco Rivero dijo:
2
6 de agosto de 2016
23:49:58
Talia Montero Pereira dijo:
3
7 de agosto de 2016
08:24:50
Fernando dijo:
4
7 de agosto de 2016
14:36:47
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