Tras el terremoto futbolístico que sacudió la Eurocopa el pasado lunes, por la derrota del último campeón, España, y el bombazo de Islandia contra Inglaterra, corresponde mirar a cuartos de final, específicamente a los dos duelos de sábado y domingo, de los cuales, a mi juicio, debe salir el venidero monarca.
Teniendo en cuenta la multitud de sorpresas vividas hasta el momento, no es aconsejable subestimar la candidatura del finalista que emergerá de los choques Portugal-Polonia (jueves) y Gales-Bélgica (viernes). Por una parte resalta Cristiano Ronaldo y el impredecible once luso frente a los rocosos polacos, y por otra la fantástica generación belga de Hazard y Kevin De Bruyne que se mide al poderío de Gareth Bale y una heroica Gales.
No obstante, en el otro cuarteto todos han mostrado más potencia y estabilidad en su andadura por la lid francesa. Los anfitriones han sido rescatados por los chispazos de Dimitri Payet y Antoine Griezmann. El ariete del Atlético de Madrid es un violinista curtido a la usanza de Diego Simeone, su técnico en España, mientras el incombustible Payet sobresale por su golpeo y capacidad para crear, incluso, cuando ya los pulmones no dan más.
Suyas han sido las obras de arte que tienen a Francia en cuartos, y ahora intentarán congelar el sueño de Islandia, la auténtica revelación de Europa y todo el planeta. Los nórdicos viven al límite, juegan fútbol sin florituras, pudiera decirse que hasta feo, pero enamoran por su entrega y compromiso en cada trance.
Su solidaridad para defender con un cuchillo entre los dientes les permite moverse en un bloque sólido, bien complicado de burlar. Además, son quirúrgicos al ataque, llegan y matan, sin medias tintas, y por eso están en el selecto club de los ocho mejores de Europa. Palabras mayores.
Quienquiera que sea el vencedor en dicho duelo, enfrentará en semifinales a Italia o Alemania, dos armadas que suman ocho títulos mundiales y cuatro en Eurocopas. Los actuales campeones del orbe han mostrado el talento fabuloso de la actual generación con Julian Draxler, Mesut Özil y Toni Kroos, capaces de mover la pelota al ritmo de los dioses, hechizando al rival.
Por supuesto, el reto de medirse a la disciplina táctica de los italianos, moldeados por la mente maestra de Antonio Conte y liderados por el legendario arquero Gianluigi Buffon, no es ni remotamente parecido a enfrentar a Eslovaquia. Los alemanes lo saben, porque nadie puede estar ajeno al nivel de los transalpinos en Francia, donde su última obra de arte fue noquear a España.
La contundencia de su ataque con el brasileño Eder y Graziano Pellé, la capacidad para multiplicarse de Giancherini, Parolo y De Rossi, así como el largo recorrido de Mattia De Sciglio y la solvencia en la zaga de Barzagli, Bonucci y Chiellini —la BBC italiana—, ofrecen a la azurra las herramientas para desarmar a cualquiera.

















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Titos Antonio dijo:
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30 de junio de 2016
08:53:33
maikel dijo:
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30 de junio de 2016
09:40:37
Oniel dijo:
3
30 de junio de 2016
10:54:24
Ressay dijo:
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30 de junio de 2016
12:58:45
Jorgito dijo:
5
30 de junio de 2016
14:41:07
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