ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Finalmente Inglaterra sacó tres puntos e hizo la cruz este jueves, al obtener un agónico triunfo 2-1 sobre Gales, en un duelo donde el equipo de la rosa apeló al incuestionable talento de su banca para enrumbar el destino en ese compromiso de la llave B.

De no haber conseguido el éxito, en estos momentos los principales diarios de la isla europea estuvieran acribillando, a críticas, al conjunto que dirige Roy Hodgson, por ser incapaz de traducir en victoria un choque que dominaron de principio a fin.

Tras ceder un empate en el último minuto de su duelo anterior contra Rusia, a los ingleses les era imperante cosechar una sonrisa frente a los dragones rojos. Sin embargo, se fueron al descanso por debajo en el marcador, luego que al minuto 42 Gareth Bale soltara un contundente bombazo de falta desde unos 30 metros, aproximadamente, y que contó con la complicidad del arquero Joe Hart.

Durante toda la primera mitad los leones ingleses dominaron la posesión de la pelota, pero Gales se encerró muy bien, esperando alguna contra para soltar a Bale y Joe Allen. Con el paso de los minutos se hizo más evidente que la combinación inglesa de Harry Kane y Raheem Sterling no generaba mucha circulación al balón y le restaba peso a su ofensiva.

Hodgson, un viejo zorro de los banquillos, percibió la baja de estos dos jugadores y los sustituyó nada más iniciar el tiempo complementario por Jaime Vardy y Daniel Sturridge.

Aunque el gol no subía al marcador, Inglaterra siguió presionando mucho por el centro sin abrir demasiado las bandas, hasta que entendió la necesidad de ampliar su zona de juego, vital para voltear el resultado.

De una pelota mandada al área pequeña, se armó un lío entre ingleses y galeses por el control de ella; pero un Vardy atento, como autentico depredador empujó la esférica al fondo de la red. Era el 1-1 y los leones apelaron a la calidad individual de sus estrellas por encima del juego colectivo.

Con el tiempo casi a punto de cumplirse, Gales festejaba un histórico empate, pero la última palabra la tuvo Sturridge, quien puso al minuto 92 el segundo tanto inglés, tras bello pase de taco de Dele Allí. La euforia fue total para los de Londres, quines mantienen una enconada rivalidad deportiva con sus rivales de turno. Hubo una última para Gales por mediación de su astro Bale, pero el remate de cabeza salió desviado, mientras los aficionados ingleses gritaban a todo pulmón “God save the Queen”.    

Fotos: Marca.com

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