ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Muchos pensaron que se trataba de uno de los enfrentamientos menos atractivos de estas primeras jornadas de la Eurocopa de naciones, sin embargo, la confrontación Austria-Hungría tiene sobre sí el peso de una de la grandes historias futbolísticas en el Viejo Continente.

La ciudad francesa de Burdeos fue testigo del choque entre dos naciones que una vez conformaron una de las más importantes alianzas políticas europeas. El 'clásico europeo', el duelo que más veces se ha escenificado en Europa y el segundo más visto en el mundo tras el Clásico del Río de La Plata, que mide a Argentina con Uruguay.

El encuentro inaugural de la jornada del martes constituyó el regreso soñado del conjunto magiar, al imponerse por 2-0 a su vecino austriaco.

Los tantos de Adam Szalai (minuto 62), -delantero del Hannover 96 en la Bundesliga y que militó en la cantera del Real Madrid entre 2007 y 2010- y el del extremo del Hamburgo Zoltan Stieber (minuto 87), voltearon el duelo en favor de Hungría, que hasta el inicio de la segunda parte se veía superada por Austria.

Precisamente fueron los austríacos quienes comenzaron llevando el mando del encuentro. El internacional del Bayern de Munich, David Alaba, lo intento con un disparó que se estrelló en el palo izquierdo del cancerbero en el primer minuto del encuentro.

Con esa tónica transcurrió toda la primera parte, Alaba -en una posición mas ofensiva de como lo hace en Alemania- lo intentó en varias ocasiones, inclinado la balanza para su selección, pero el ritmo lento del partido determinó que ambos conjuntos se fueran al descanso sin goles.

El segundo tiempo inició con la misma dinámica hasta que Szalai rompió la paridad en el marcador. Las penas aumentaron para los austriacos al quedarse con diez sobre la cancha, después del que el principal mostrara la segunda amarilla al central AleksandarDragovic por dar una patada innecesaria a un rival.

Con ventaja en la pizarra y superioridad sobre el terreno los húngaros apostaron por defender su ventaja y golpear con contraataques, jugada con la que apareció la segunda anotación tras una definición perfecta de Stieber para batir al portero Almer. 

Como nota curiosa, el cancerbero húngaro pasó a los libros de récords tras batir la marca de edad en la historia de la Eurocopa al jugar con 40 años y 75 días de edad.

Hungría se hizo sentir en su regreso en los grandes escenarios. Una nación olvidada hace casi medio siglo por el fútbol, cuna de grandes de la historia como Puskas, Hidegkuti, Czibor, Bozsik y Kocsi quienes convirtieron a los magiares en toda una leyenda imperial.

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