
Al preguntarle a Diego Ramírez por su mayor deseo, confesó sin demora: “ganar un mundial de fútbol”.
Así de suelto se mostró el jugador más joven —17 años— del equipo cubano de fútbol sala, que buscará su clasificación hacia la Copa Mundial de Colombia, cuando intervenga en el clasificatorio de Costa Rica, del 8 al 14 de este mes, evento que confiere cuatro boletos.
La convocatoria de Diego Ramírez no es casualidad, toda vez que ha sido calificado por varios entrenadores del conjunto local como la figura del fútbol sala en nuestro país para el próximo ciclo mundialista. En la magia de sus botines descansará el peso ofensivo de los equipos del patio en un futuro a largo plazo.
El propio entrenador de los porteros del equipo Cuba, Wilfredo Carbó, de vasta experiencia en justas mundialistas, señaló a Granma en días pasados que la inclusión en el plantel nacional de este adolescente se debe a su buen accionar sobre la cancha.
“Es un futbolista con mucho talento. Constantemente busca la portería contraria, sin desmayar en su empeño por hacer goles. A pesar de su juventud, encara a rivales de gran trayectoria internacional. Lo veo muy concentrado en su trabajo, su futuro es grande”, explicó Carbó.
Tras un breve descanso durante uno de los entrenamientos en el centro Cerro Pelado, Diego Ramírez dialogó con este diario sobre su inserción en las filas del elenco cubano.
—¿Qué significó para ti ser incluido en el equipo Cuba con solo 17 años de edad?
—Cuando me lo dijeron fue una emoción increíble. Nunca pensé que siendo tan joven me dieran la oportunidad de integrar la selección grande, será un honor representar a mi país en un torneo oficial. Yo tenía cierto conocimiento de mi convocatoria, porque los entrenadores del colectivo nacional me habían dicho meses atrás, que si seguía entrenando fuerte y jugando a un buen nivel con los juveniles de La Habana, podrían llamarme a las filas de la selección mayor. Esto es algo que soñé, pero nunca imaginé que se hiciera realidad tan rápido.
—¿Cómo ha sido el proceso de integrarte con jugadores experimentados?
—No ha sido tan difícil, todos me han acogido muy bien. Ronald Egozcue y Jhonnet Stalin Martínez me han apoyado mucho, tanto para mejorar mi desempeño como en el comportamiento fuera de la cancha. A ambos los conozco desde hace algunos años, porque el cuadro juvenil de La Habana se ha enfrentado con regularidad a la selección cubana en topes de entrenamiento. En general me he acoplado muy bien con ellos y me he propuesto seguir al pie de la letra las indicaciones de los técnicos. Lo importante es el resultado colectivo, no el individual.
—¿Cómo calificas tu actuación en la gira por Brasil?
—Fue una experiencia muy positiva, un sueño cumplido poder ir al país que posee el mejor fútbol sala del mundo. Tuve la oportunidad de enfrentar a Falcao, el representante de esta especialidad más grande que ha existido. Espero que esa experiencia me aporte mucho, porque observé la calidad de los brasileños y yo quiero alcanzar ese nivel en mi carrera deportiva.
“Durante la gira comprobé que los futbolistas de ese país se desenvuelven en cada partido a un ritmo muy intenso, presionan al contrario por toda la cancha. Pero lo que más me llamó la atención es su gran nivel técnico. Son muy rápidos, habilidosos con el balón y se desmarcan muy fácilmente de sus adversarios. Se puede decir que son casi perfectos, se equivocan muy poco”.
—¿Alguna sugerencia te hicieron los rivales luego de los partidos?
—En el compromiso contra Brasil, otro de los destacados, Fernandinho, me dijo tras el partido que luego de una filigrana que le hice al propio Falcao, debí seguir con el balón y no haber buscado el remate, como hice. Según él no estaba en la mejor posición para tirar y no tenía el cuerpo bien acomodado para un gran disparo a puerta. Lo correcto era seguir y llegar cerca del marco, para tener dos o tres opciones más de gol. Esos consejos uno los escucha y en los entrenamientos los pones en ejecución; no creo que esa observación se me olvide.
—¿Presionado por ir al premundial de Costa Rica?
—La presión claro que existe, pero no creo que sea mayor a la que viví en mi debut enfrentando a Brasil en un estadio lleno, eso fue increíble. A Costa Rica llegará Cuba muy bien preparada física y psicológicamente. Vamos por el boleto mundialista, ese es el objetivo, no tenemos otra cosa en mente.
—¿Te quedas en el fútbol sala o prefieres el once?
—Hace dos años empecé en el fútbol sala, por inclinación personal, nadie influyó en mi cambio. Ahora mismo me quiero quedar aquí, porque me ha ido muy bien, pero en el futuro puede que regrese al once. A mí me gusta el fútbol en cualquiera de sus modalidades, lo mío es tener una pelota en los pies y correr con ella.
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NestyBrasil dijo:
1
11 de mayo de 2016
12:28:21
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