ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Miguel Martínez se halla físicamente entrenando al 100 %. Foto: Unión Mundial de Luchas

Fue una entrevista relámpago, aprovechando los descansos tras cada secuencia de proyecciones en el colchón del Cerro Pelado. El luchador grecorromano Miguel Martínez (66 kg) finalmente cumplió el objetivo de clasificar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, y hacia esa justa dirige todos sus esfuerzos.

Nacido en Santiago de Cuba el 23 de marzo de 1991 y con 1.72 metros de estatura, Martínez tiene en la paciencia y el estudio minucioso de las debilidades de sus oponentes, una de sus principales virtudes. De hecho tuvo que esperar años para convertirse en el primer hombre de su división, pues al entrar a la preselección nacional en el año 2009 le antecedían Pedro Isaac y Alexander Casals.

Como él mismo refiere, entrenar duro sin aflojar ha sido su divisa hasta hoy, momento en el que lidera la categoría más poblada de la preselección, pues además de Casals aparecen co­mo rivales Yosvany Peña, y Joy Luis Ma­rén, hi­jo del otrora luchador estelar Juan Luis Marén, entre otros. Visiblemente agotado luego de ho­ra y media de ajetreo, entabló el diálogo con Granma:

—¿Siempre luchador grecorromano?

—El primer deporte que practiqué fue bo­xeo, durante dos años. Pero siempre me gus­tó la lucha, y a los 11 comencé, pues en mi ba­rrio de Los Olmos, en Santiago de Cuba, siempre ha­cían competencias, además de en la Sala Ale­jandro Urgellés, donde Lorenzo de Armas fue mi primer entrenador. A él le debo muchos de mis conocimientos iniciales.

—¿Qué priorizas en los entrenamientos?

—La preparación desde los Juegos Pana­mericanos de Toronto hacia acá ha sido muy fuerte, con énfasis sobre los ejercicios que elevan la intensidad, conjugados con el trabajo físico (carreras, escalamiento de soga, trabajo con secuencias de movimientos técnicos y sparrings tanto de pie como en cuatro puntos), y las variantes que se nos pueden presentar en el orden táctico.

—¿Principales armas sobre el colchón?

—Trabajo con rigor arriba, la presa dos brazos-un brazo, el halón de estos, y el tackle son mis mejores recursos, combinados con el desbalance en la posición de cuatro puntos. En este tiempo, con la ayuda del profe Raúl Trujillo y el resto del colectivo, he mejorado la defensa abajo, con topes dedicados únicamente a atacar y defender en esa posición.

—Rivales difíciles y horizonte competitivo inmediato.

—Buscaré sacarles el mayor provecho posible a los torneos en los que participaré en Brasil, Azerbaiyán, España y Alemania, además del Internacional Granma-Cerro Pelado. Tuve ex­periencia en el Mundial de Las Vegas, el año pasado, pero allí perdí 0-2 en mi primer combate ante el kazajo Demeu Zhadrayev. Cada derrota tiene una enseñanza, como las dos que he sufrido en los últimos tiempos ante el venezolano Wiulexis Rivas, en Toronto, y en el preolímpico de Frisco.

Esa última pelea la iba ganando 2-0 y un cambio de táctica a falta de cinco se­gundos propició que pudiera entrarme a tackle y derrotarme.

“Acá siempre son de vida o muerte mis pe­leas con Casals. Esa rivalidad, los diferentes sistemas y recursos a la hora de luchar del resto de los miembros del equipo nacional, han contribuido bastante a elevar mi nivel”.

—Relaciones con tus coequiperos: Mo­mentos gratos y grises

—El colchón es un mundo aparte. Entro a él como si me jugara la vida en cada combate, pese a que mi carácter no lo refleja, pues soy muy pausado. Fuera de este sostengo las mejores relaciones con los demás luchadores y el colectivo de entrenadores. Siempre me he caracterizado por ser constante y disciplinado. Momentos…,  hasta ahora no he tenido muchos. Ganar en los Cen­troamericanos y del Caribe de Veracruz me dio mucha satisfacción, y no poder repetir al año siguiente en Toronto, me produjo mucha tristeza. Iba con grandes expectativas a esos Pana­mericanos. Eso es cosa del pasado, queda aún mucho camino por recorrer.

Entre sus principales resultados el indómito Martínez, quien comparte en la vida con la también luchadora Catherine Videaux, exhibe una cadena ininterrumpida de tres vellocinos en li­des continentales de lucha. En Frisco, Texas, Es­tados Unidos, donde pescó su pasaje a la ur­be carioca, desarrolló cuatro batallas en las cuales marcó 31 puntos técnicos y solo recibió cuatro, además de resolver tres actos por superioridad técnica, antes del pleito por el cetro con el morocho Rivas, a quien asegura, está deseoso de volvérselo a encontrar en cualquier arena.

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Lorenzo de Arma Leira dijo:

1

23 de abril de 2016

20:04:53


Realmente un trabajo q para mucho siempre es anónimo y q es el orgullo d cada entrenador q en mi Cuba hace deportista hoy casi m saca las lágrimas Pocholo como para mi siempre será ese niño q desde muy temprana edad acogi no sólo como un talento deportivo si no cómo un hijo así somos x Cuba en esa relación d alumno entrenador muchos o la gran mayoría d los entrenadores . Como siempre fije era mi caballo d batalla desde la categoría 9-10 años donde no dejaba duda d q su futuro era d gloria . Sentir ese estímulo a través d sus palabras ya es el mejor regalo q la vida m da como profesional d esta disciplina ya q el forma parte d esa galería d estrella q Dios puso en cada etapa en mis manos .. en las q se an destacado nombre como Liubal Colas. Ibrain Despaine ( chocolate) . Yudelmis Ribera, Odelis Herrero.Raúl Consuegra. Gustavo Balar y unos d los más impresionantes jóvenes cubanos del momento Ismael Borreo..Sólo dar las gracias a Dios por permitir q llegará a. mis manos .y a ti Pocholo x a pesar d tu calidad tus resultados seguir siendo ese modesto y agradecido ser q Dios no dejará sólo en su empeño x ser un Dios del Olimpo ..

Marisleidy dijo:

2

18 de febrero de 2017

23:30:03


Muchas felicidades Pocholo.