Cholismo…y penales

“Yo tengo una energía y vos podés tomarla o no tomarla, seguirme o no, pero no se puede explicar lo que hace un líder. O me sigues, o no me sigues”. Así habla Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, y los jugadores colchoneros evidentemente si cargan las pilas con los bríos de “el Cholo”.

Así se pudo ver en los octavos de final de la Liga de Campeones, instancia en la cual los rojiblancos sufrieron durante casi 200 minutos frente al PSV Eindhoven holandés sin la sombra de un gol en ninguno de los arcos, entre los partidos de ida y vuelta, aunque finalmente lograron avanzar a cuartos tras la lotería de los penales.

Este miércoles, ante la delirante afición que colmó las gradas del madrileño estadio Vicente Calderón, ambos elencos se enfrascaron en otro duelo de ceros, con dominio alterno, perenne resistencia defensiva y muro infranqueable del tulipán Jeroen Zoet y el esloveno Jan Oblak, arqueros que pasarán a la historia como los protagonistas de la primera eliminatoria de Champions sin goles anotados en ninguno de los encuentros.  

Tiempo cumplido, prórroga agotada, y todos en el Calderón encomendados a la suerte de los penales, una odisea de 15 lanzamientos que el Atlético saldó con victoria cuando Luciano Narsingh estrelló su pena máxima en el travesaño, dejando el traje de héroe dispuesto para Juanfran, verdugo con su tanto en el último disparo de la noche.

A puro corazón, agarrados del cartel “Nunca dejes de creer” que se vio por las tribunas, los colchoneros de “el Cholo” siguen con vida en la máxima competición de clubes de Europa, sin renunciar jamás a la intensidad, el compromiso y la pasión que destila su técnico.

En el otro partido de la fecha, el Manchester City también igualó sin goles con el Dinamo de Kiev ucraniano, pero la victoria 1-3 en la ida los catapultó por primera vez a cuartos de final de la Champions.