Ya a estas alturas no es noticia que solo Rafael Alba (+80 kilogramos) logró el boleto olímpico para Cuba en el Torneo Clasificatorio de las Américas de taekwondo, celebrado la pasada semana en Aguascalientes, México.
Con un desempeño impecable, como ya se hace habitual en las presentaciones del santiaguero, el titular del orbe de Puebla 2013 dominó su peso y se agenció el pasaje directo a la cita estival de Río de Janeiro 2016, donde cargará con la responsabilidad de mantener la senda victoriosa del taekwondo cubano, medallista en cada una de sus incursiones bajo los cinco aros desde Sydney 2000.
Pero un detalle salta a la vista en el camino de Alba hasta la discusión del cetro en el recién concluido certamen de Aguascalientes. El portentoso indómito no tuvo que enfrentar a ninguno de los dos contrarios verdaderamente fuertes en su división hasta el combate conclusivo, cuando ya había garantizado su boleto, pues avanzan dos especialistas en cada categoría.
El canadiense Marc André Bergeron (puesto 17 del ranking global) y el estadounidense Stephen Lambdin (19) definieron su suerte por la otra parte del organigrama, mientras nuestro representante avanzaba tranquilo ante rivales de menor alcurnia como Douglas Townsed (Islas Vírgenes) y Stuart Smit (Aruba), ambos fuera del Top 50 en el listado universal.
¿Por qué el sorteo le deparó un camino tan sencillo a Alba? ¿Fue solo cuestión de suerte o algún otro detalle incidió en el destino? La respuesta a estas interrogantes es simple y transparente: su privilegiada ubicación en el ranking del orbe (lugar 12) le allanó el trayecto, alejándolo hasta la final de los rivales más poderosos.
No corrieron con la misma suerte Yamicel Núñez (57kg-puesto 41), Glenhis Hernández (+67kg-46) y José Ángel Cobas (80kg-41), quienes chocaron antes de la final con figuras mejor ubicadas en sus divisiones. Yamicel, bronce mundial en Puebla 2013, perdió con la colombiana Doris Patiño (40), mientras Glenhis acusó falta de rodaje competitivo y no pudo ganar el único combate que la separaba de los Juegos Olímpicos, ante la dominicana Katherine Rodríguez (41).
Mucho más fuerte el examen de Cobas, cuyo rival buscando el boleto a Río fue el estadounidense Steven López, veterano de 37 años, lugar 14 del planeta, doble titular olímpico y cinco veces monarca del orbe. No obstante, la derrota por margen mínimo (3-4) demuestra que el capitalino de 22 abriles continúa su progresión.
Las ubicaciones en el ranking no solo te permiten en un momento determinado clasificar a una cita múltiple o concursar en eventos de primer nivel, esas posiciones también son cruciales a la hora de definir los pareos en cualquier competencia: si estás muy detrás te tocará enfrentarte, más temprano que tarde, a los mejores de la división.
Este sistema funciona así en todas las disciplinas, por ello revierte tanta importancia tratar de ganar peldaños en los escalafones del orbe, para lo cual es indispensable competir y probar fuerzas en la arena internacional, algo que nuestros taekwondocas hacen bastante poco.
No se trata de justificar las derrotas, porque tengo bien presente que esa no es la filosofía del colectivo del deporte en Cuba, adaptado a buscar siempre los mejores dividendos, a trabajar sin quejas, consciente de sus limitaciones.
El resultado en Aguascalientes puede caer como un jarro helado, pero nada más lejos de la realidad. A pesar de que solo Rafael Alba clasificó a Río de Janeiro, no me queda la menor duda de que el taekwondo cubano respira con muy buena salud, y puede hacerlo en base al trabajo serio que se realiza en todo el país.

















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Ramon dijo:
1
14 de marzo de 2016
17:58:33
NBA dijo:
2
15 de marzo de 2016
11:33:51
Ramon dijo:
3
16 de marzo de 2016
18:02:39
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