Excelencia en saltos y vallas

El atletismo cubano ha sido protagonista en los Campeonatos Mundiales Bajo Techo, tanto que tres de sus estelares competidores aparecen entre los recordistas.

La Mayor de las Antillas se ha dado el lujo de conquistar siempre al menos una medalla en las quince ediciones bienales a partir de 1987, más la cita de París 1985 reconocida como génesis y recogida en las estadísticas.

Se sabe que Cuba no es país frío —todo lo contrario— y nunca necesitó facilidades techadas para proteger a sus atletas del clima, pero la invitaron, le vino bien y continuó transitando por esa senda con la variante de planificar dos picos de forma deportiva al año, en lugar del único anterior.

Vale recordarlo a las puertas de la XVI edición, fijada del 17 al 20 del actual mes de marzo en Portland, Oregon, cuando la participación de Cuba se considera distante de alcanzar honores similares.

DOS AUSENCIAS CRUCIALES

Es que de golpe se conjugaron en los últimos días y por distintas razones las ausencias de sus dos candidatos más fuertes, la pertiguista Yarisley Silva y el especialista en triple salto Pedro Pablo Pichardo.

Ella fue la campeona en la anterior cita de Sopot 2014. Él obtuvo medalla de bronce.

En la temporada 2015 mejoraron todavía más. Ella titular mundial al aire libre en Beijing. Él medallista de plata. Ambos monarcas panamericanos en Toronto 2015. Los dos alcanzaron marcas impresionantes. La mejor mundial del año ella (4.91) y él la segunda (18.08). Son terceros de todos los tiempos.

Tan excelso nivel cualitativo los convierte en serios aspirantes al podio olímpico de Río de Janeiro 2016. Entonces, lógico que se protejan de cara a ese objetivo supremo para cualquier atleta.

Ella no se arriesga a un esfuerzo competitivo con deudas de entrenamiento, aunque no pueda defender su cetro. Él prefiere sanar completamente de una pequeña lesión en un tobillo sin exponerse a complicaciones.

Así las cosas, solamente representarán al pabellón cubano los vallistas Yordan O’Farrill y Jhoanis Portilla —compitieron en Sopot 2014 sin avanzar a finales—, junto Rose Mary Almanza, quien acude por primera vez a correr 800 metros. Es la más pequeña participación histórica.

Los Mundiales en recintos techados parecen diseñados para saltadores y velocistas en las carreras más cortas. La recta es de solo 60 metros y el óvalo de 200.

Las dimensiones de los estadios tendrían que aumentar para otras carreras. Del los lanzamientos solo se admite impulsión de bala.

De vuelta a la actuación histórica de Cuba, son precisamente sus saltadores y velocistas quienes aparecen con rendimientos líderes para el certamen en permanente reto a ser superados.

SOTOMAYOR, PEDROSO Y ROBLES

Y se han distinguido en cada una de las tres décadas de existencia. El primero en estampar una cima inalcanzable hasta el momento fue Javier Sotomayor, en los años 80 del anterior siglo XX.

El llamado Príncipe de las Alturas se empinó sobre 2.43 metros en Budapest, el 4 de marzo de 1989. Desde entonces, hace 27 años recién, la capital de Hungría atesora no solo la cifra más alta en los campeonatos, sino también el registro cumbre de todos los tiempos en sala.

En los años 90 también del siglo XX correspondió a Iván Lázaro Pedroso convertirse en el portento cubano de los mundiales techados. Se coronó nada menos que cinco veces de manera consecutiva.

Arrancó en el IV Mundial de Toronto 1993 y resultó indetenible hasta el de Lisboa 2001. No faltaron victorias delirantes de un último intento, como frente al español Yago Lamela, tristemente fallecido en 2014. De américa a Europa sometió su antojo a los tanques del salto de longitud. Incluida Asia. Allí signó la prueba hasta hoy. En la japonesa Maebashi 1999 legó el tope de 8.62 metros.

La destreza cubana en la primera década del tercer milenio y actual siglo XXI dejó su impronta en la velocidad. Ya lo había hecho en los 60 metros planos cuando el pimentoso Andrés Simón abrazó la gloria en Budapest 1989, aunque sin record.

Esta vez ocurrió en la velocidad sobre vallas, más rigurosa, más técnica. De la mano del virtuoso y también controvertido Dayron Robles. Fue capaz de cronometrar 7.34 segundos en los 60 con obstáculos de Doha 2010, la capital catarí.

Tenía el primado universal al aire libre para los 110 metros, con 12.89. Se acercó al mundial absoluto bajo techo del británico Colin Jakson, 7.30.

DESTAQUES POR MEDALLAS Y PUNTOS

Aparte de los records, en los que no disfruta de ninguno femenino, el atletismo cubano ha participado en estos campeonatos con 173 atletas y conquistado 47 medallas (16 de oro, 17 de plata y 14 de bronce). Ocupa la prominente séptima plaza mundial.

Exhibe otros 65 atletas con resultados entre la cuarta y octava posiciones, y ascienden a 112 su total de finalistas, quienes compilan 540 unidades y otorgan a Cuba una quinta plaza de solidez universal en la importante clasificación por puntos que promueve la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés). Los detalles por edición pueden ser apreciados en la tabla adjunta.

En resultados individuales, los recordistas cubanos ocupan lugares de privilegio. Ya mencionamos las cinco doradas de Pedroso, en siete asistencias en longitud.

Sotomayor es el más medallista, con seis, en un abultado número de ocho participaciones, cuatro de oro, una de plata y otra de bronce. Aporta 53 puntos.

Robles sumó una plateada en Moscú 2006 a su oro del 2010. Mejor le fue a su antecesor sobre obstáculos, el titular olímpico de Sydney 2000 Anier García, campeón en París 1997 y dos veces plata en Lisboa 2001 y Birmingham 2003.

El otro varonil con tres medallas, aunque sin oro (0-1-2) es el triplista Yoandri Betanzos.

Entre las damas lo máximo son dos preseas. Comparten la dicha el salto y la velocidad sobre vallas. La triplista Yargeris Savigne ganó en Valencia 2008. Dos años después fue plateada.

Más atrás en el tiempo, la obstaculista Aliuska López estremeció con su triunfo de Barcelona 1995 en 60 con vallas. Le antecedió la bronceada de Sevilla 1991.

De verdad que siempre han impresionado en estas lides los saltadores y vallistas cubanos.

A falta de unos, esperemos que los segundos consigan descollar en la norteña Portland, cercana a la frontera canadiense. “Eso está casi fuera de Estados Unidos”, espetó un ocurrente sureño de la Florida.

Atl: atletas participantes; M: masculinos; F: femeninos; O: oro; P: plata; B: bronce; T: total de medallas; Pos: posición ocupada por países, en la clasificación por medallas; Fin: total de finalistas ubicados en los lugares del 1º al 8º; Pts: suma de puntos por dichos lugares; Pos: posición ocupada por países, en la clasificación por puntos; =: significa que hubo empate con un atleta de otro país y se suman los puntos atribuidos a dichas posiciones y se dividen entre dos. Los puntos se conceden de manera inversamente proporcional a los resultados (8-7-6-5-4-3-2-1).