
CIEGO DE ÁVILA.—Escribió el cronista español Juan Tallón, en referencia al giro de más abolengo en el ciclismo mundial, el Tour de Francia, que “nos gusta porque es como vivir sin estar preparado para la vida, improvisando sobre la marcha, a ver qué sale”.
Justo de eso se trata en el nuestro, mucho más modesto pero igual de multicolor. En la Vuelta ciclística a Cuba (o el Clásico por los estándares actuales), cada día, los protagonistas afrontan experiencias imprevisibles, incluidos los miles de aficionados que se apostan en la carretera para observar fugazmente la caravana.
“La Vuelta llega en vivo hasta donde no puede llegar la pelota ni cualquier otro deporte. Los ciclistas tocan a la puerta de la gente en muchos pueblos, y año por año se esperan esos segundos que se van como agua cuando pasan los corredores”, expresó a nuestro diario Antonio Quintero, gloria del movimiento atlético nacional, con décadas de historias en las Vueltas.
No hay idea más promovida por el Inder hoy, a sus 55 años de fundado, que llevar el deporte hasta los más recónditos parajes, algo que con este espectacular evento se logra de punta a cabo. Tanto es así que muchas personas recuerdan con total nitidez etapas y hazañas escritas, muchas de ellas, en el siglo pasado.
“Me viene a la mente la llegada de Carlos Cardet a Topes de Collantes ensangrentado, luego de una caída; o los tremendos despliegues de Eduardo Alonso, y por supuesto, la participación de los países socialistas dando otra dimensión a la Vuelta. La afición recuerda eso, añora esos tiempos de gloria.

Puedes preguntar por el soviético Djamolidine Abdoujaparov, el Terror de Tashkent, y te recitarán quién es por el impacto que tuvo”, nos relata el periodista de Radio Rebelde, Ramón “Piti” Rivera, con experiencia en más de 25 Vueltas.
Conscientes estamos que en la actualidad no nos acercamos al nivel cualitativo de esos años gloriosos, pero la Vuelta, como logro indiscutible del Inder, debe reinventarse, recordar y aprender de las bruscas caídas vividas en el pasado reciente para volver, entonces, a planos estelares. A fin de cuentas, esa es la filosofía de los propios ciclistas, y si se sigue al pie de la letra disfrutaremos por mucho tiempo de una lid que se acerca directo a tocar bien adentro las fibras de la nación.

















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Ernesto dijo:
1
23 de febrero de 2016
08:13:09
Idiss Tabares dijo:
2
23 de febrero de 2016
13:29:06
guinero-bayamés dijo:
3
23 de febrero de 2016
15:02:31
ABC dijo:
4
23 de febrero de 2016
15:07:25
lux dijo:
5
23 de febrero de 2016
18:44:58
Padilla dijo:
6
24 de febrero de 2016
11:00:26
ernesto dijo:
7
26 de febrero de 2016
05:58:33
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