ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El artemiseño Félix Nodarse se agenció la tercera etapa del Clásico Nacional de Ruta Guantánamo-Pinar-La Habana. Foto: Ricardo López Hevia

BAYAMO.— Con la competencia dormida, con todos tratando de mantener la vista clara en medio de la confusión natural que provoca el sol y el calor, se corrió la tercera etapa del Clásico Ciclístico nacional, un trayecto pasivo de 122 kilómetros en el cual miles de personas se convirtieron en protagonistas a la orilla de la carretera desde Santiago de Cuba hasta esta ciudad.

Desde una de las esquinas del Cuartel Moncada en suelo indómito, donde se produjo la salida neutralizada de tres kilómetros hasta Altos de Quintero, cientos de niños y otros tantos espectadores aplazaron por un momento el inicio de la jornada para observar como la serpentina multicolor se alejaba a ritmo endemoniado.

De inicio, el trayecto fue irregular, de continuos desniveles y curvas pronunciadas entre la serranía, aunque después de subir la Gran Piedra a 1 200 metros sobre el nivel del mar, escalar unos escasos 300 metros fue un bocado muy fácil de digerir por todo el pelotón, tanto que cualquiera pudo llevarse el premio de montaña fijado en Puerto Moya.

En ese punto, intrincado y un tanto desierto, el villaclareño Yoandri Prado cruzó primero, escoltado a muy poco tiempo por el resto de los concursantes, entre quienes se encontraba, seguro, el líder de la lid, el matancero Vicente Sanabria, y el futuro ganador de la etapa, el artemiseño Félix Nodarse, embalado.

Con más de 70 kilómetros llanos por delante, Nodarse se movió como pez en el agua y solo se le escapó la meta volante de Palma Soriano (ganada por Frank Rodríguez), porque luego en Contramaestre y Jiguaní pasó cual flecha rumbo a la diana, dejando una leve estela de brisa en pleno rostro de la multitud, amontonada en el camino.

“Está fuerte, va a millón”, me comentó exaltado Ernesto Videaux, hombre de 78 años que no quiso perderse el ataque de la caravana ciclística en Baire, una tradición de muchos años. “Siempre vengo a ver la Vuelta, y la gente se tira para la calle, esto se vive como una fiesta”, añadió el señor, criterio coincidente al de otras personas en Río Frío, Arroyo Blanco y Santa Rita.

Y un mensaje se desprende de las declaraciones, por mucho que le llamemos Clásico, y así se publique en todos los medios de difusión, esto siempre será la Vuelta, sin necesidad de ningún adjetivo.

Cargado con la fuerza de los vítores, Nodarse aprovechó su condición de velocista nato y entró con los brazos en alto en Bayamo, tras 3:12.05 horas de intenso pedaleo, escoltado con idéntico crono por el santiaguero Willy González y el yumurino Jesús Barragano.

“Me sentí muy bien, cumplimos la estrategia del día, tratar de que un corredor del equipo llegara delante. Se me dio la oportunidad y supe aprovecharla, de paso para sacarme la espina del año pasado, cuando estuve a punto de ganar la etapa”, relató el artemiseño, confiado en realizar un papel destacado en la contrarreloj por equipos de este viernes entre Cacocún y Holguín (40 kilómetros).

Clasificación general: 1. Vicente Sanabria (7:44.59 horas); 2. José Mojica (a 39 segundos); 3. Jans Carlos Arias (a 1:13 minutos). Líder por puntos: 1. Onel Santa Clara (9 puntos); 2. Félix Nodarse (5); 3. Willy González (5). Premio de montaña: 1. Vicente Sanabria (12 puntos); 2. José Mojica (10); 3. Pedro Portuondo (8). Tabla por equipos: 1. Artemisa (23:27.39 horas); 2. Guantánamo (a 6:49 minutos); 3. Santiago de Cuba (a 9:40).

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Luis dijo:

1

19 de febrero de 2016

14:15:48


Como seguidor de este evento solo deseo acotar que el reportero se equivoca al decir que Nodarse ganó la meta volante en Jiguani , hagamos justicia fue el santiaguero Willy González .lean el reportaje de juventud rebelde y se darán cuanta de la contradicción entre este y aquel , gracias