Alejandro Valdés tiene 27 años, pero quizá como nunca antes desde que se inició en la lucha su horizonte de ambiciones enrumba hacia el olimpismo.
El librista capitalino de los 65 kg destila lucha por los poros, pues su padre Enrique Valdés fue un gladiador que le ofreció muy buenos pleitos a Alejandro Puerto y actualmente funge como entrenador del elenco femenino.
Sucede que ahora “Calabaza”, como es conocido por todos y lo era igualmente su progenitor en época de atleta activo, afirma sentirse un luchador más completo que cuando recaló en el séptimo lugar de las ediciones mundialistas de Moscú 2010 y Estambul 2011. La clave de tal evolución la halló en la Bundesliga alemana, donde gracias a la política de contratación de deportistas cubanos en el exterior, contribuyó a la presencia en semifinales del club RWG Mombris Konishofen. Casi impecable resultó su balance, fijado en nueve éxitos y un solitario desliz, este frente al rey mundial italiano de origen cubano, Frank Chamizo.
En la sala Yayabo espirituana, sede del campeonato nacional, despachó por superioridad técnica de 12-1 a su archirrival Franklin Marén, y luego en la final pegó a Yowlys Bonne, quien como parte de su preparación y respondiendo a una estrategia pugnó en los 65 y no en los 57 kg.
—Estreno por todo lo alto en el certamen de casa… ¿consideraciones?
—Comenzaré por el combate con Yowlys. Es un gladiador de altísima calidad. En el choque frente a él no esperaba pegarlo, lo sorprendí con ese tackle y al intentar girar para defenderse quedó en posición de peligro. Con Franklin históricamente he mantenido la balanza inclinada a mi favor, y pude vencerlo nuevamente con rapidez y desbalances continuos.
—¿Qué elementos te aportó la Bundesliga?
—La experiencia en Alemania fue excelente en todos los sentidos. En lo competitivo me enfrenté a luchadores de altísima calidad, medallistas mundiales y olímpicos. En lo psicológico abrí mi mente, eliminé errores, amplié mi repertorio y confirmé que la lucha cubana posee clase mundial. De hecho, ya mi contrato fue renovado y a partir de septiembre regresaré con el RWG Mombris Konishofen. Nuestros resultados nos avalan. Este torneo tiene sus complejidades. Cada club puede contar con los servicios de dos luchadores extranjeros que además no podrán combatir el mismo día, o sea, si Mijaín compite hoy, Yowlys no puede hacerlo. Además te mantiene entrenando con un régimen bien exigente, pues se pelea sábado y domingo y el pesaje oficial es entre 30 y 45 minutos antes de tu batalla. Yo nunca tuve dificultad para realizar el peso.
—¿Correlación trabajo-descanso? ¿Tu crecimiento técnico?
—Tanto la relación trabajo-descanso, como la alimentación y el resto de las condiciones son óptimas. En mi caso personal estaba hospedado en el apartamento del presidente del Club y mantuve las mejores relaciones con mis compañeros de equipo, quienes me ayudaron con el idioma y la cultura. Técnicamente enfaticé sobre las entradas de tackle a las piernas. Todo librista que se respete debe tirarlo, y era un movimiento que antes casi no ejecutaba. La fuerza arriba, depender del bombero y la corbata (acciones del tronco hasta el cuello), eran mis argumentos. Por eso te aseguro que ahora me siento más completo, pues igualmente mejoré mi defensa de las piernas y pulí el halón y el desbalance en la posición de cuatro puntos.
—Tu división es de las más difíciles, ¿has estudiado a tus posibles adversarios en el preolímpico continental de Frisco, Estados Unidos?
—Desde mi llegada a Alemania, la posibilidad de contar con Internet contribuyó a mis sesiones de scouteo y estudio de contrarios. En Frisco posiblemente enfrente a los anfitriones Brent Metcalf o Aaron Pico, el boricua Franklin Gómez, y el canadiense de origen antillano Haislan García, pues ninguno pudo clasificarse en el Mundial de Las Vegas. Todos conocen su calidad.
A propósito, tanto Gómez como Metcalf han doblegado con anterioridad a Valdés, y Haislan lo conoce a la perfección, pues suele desarrollar bases de entrenamiento en el colchón del Cerro Pelado, como sucede por estos días.
Ese es el panorama para AlejandroValdés en este minuto. Desde mi mirada su crecimiento es incuestionable, y pretende continuar afianzándose para llegar óptimo al momento crucial en marzo. Esa deberá ser sin dudas la divisa de Bonne (57), Liván López (74), Reinieri Salas (86), Javier Cortina (97) y Yudenny Alpajón (125), las cartas del mentor principal Julio Mendieta para vencer el primer escollo, que es superar el número de pasaportes obtenidos, para Londres 2012, el cual se fijó en cuatro, a razón de los propios Bonne, López y Cortina, entonces en 60, 66 y 96 kg respectivamente, además de Humberto Arencibia (84).
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juanca dijo:
1
5 de febrero de 2016
09:08:38
juanca dijo:
2
5 de febrero de 2016
09:12:52
erasmo Respondió:
5 de febrero de 2016
18:05:19
jose el guajiro dijo:
3
8 de febrero de 2016
01:48:01
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