ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Maricet Espinosa (63 kg) tiene una certeza en la victoria impresionante. Foto: Ricardo López Hevia

Nadie podría cuestionar el éxito del II Grand Prix de judo de La Habana. Razones para sustentar tal afirmación hay suficientes: el certamen, con excelente nivel cualitativo y acogida de público que desafió las fuertes condiciones invernales para asistir al coliseo de la Ciudad Deportiva, reunió a 386 atletas de 66 países que intentaron dejar su huella en la primera lid punteable del 2016 para el ranking olímpico.

Baste destacar en lo deportivo que 29 naciones se agenciaron al menos una presea, mientras que del total de 176 pleitos en la rama femenina, 101 (el 57%) fueron definidos por ippon. Entre los varones, el índice fue mayor aún: 156 de 252 para un 62%. Dichos rubros estadísticos patentan el hecho de que en los tatamis habaneros se materializaron un notable número de técnicas de envergadura.

Además, solo el ruso Renat Saidov (+ 100 kg) y único capaz de atravesársele en el camino al anfitrión Alex García (bronce), repitió su corona de la versión precedente, en tanto nueve medallistas de entonces volvieron a escalar al podio.

En medio de semejante avalancha, las escuadras anfitrionas —presentamos 56 efectivos a razón de cuatro por cada división—, se las ingeniaron para reeditar el segundo escaño de junio del 2014, cuando entre judocas de 39 naciones obtuvieron dos cetros, otras tantas platas y cuatro bronces, a la escolta de Georgia (3-0-2). Ahora la huella antillana fue fijada en dos cetros, un subtítulo y dos terceros lugares, además de tres quintos y cuatro séptimos escaños, posiciones todas que confirieron botín de puntos para el ranking mundial y nos permitieron acechar a Rusia (3-01). Israel (2-0-1), Brasil (2-0-2), Hungría (1-4-2), Alemania (1-2-2), Estados Unidos (1-1-1), Azerbaiyán (1-0-2) y Ucrania (1-0-1) completaron el listado de naciones vanguardistas.

No podían ser otros que la artemiseña Idalys Ortiz (+ 78 kg) y el villaclareño Asley González (90), nuestros portaestandartes. Ambos afianzaron su clasificación olímpica a Río de Janeiro, pues aseguraron tajada de 300 unidades en calidad de reyes, además de recibir un original, cortesía del pintor Nelson Domínguez. Maricet Espinosa (63 kg-180 puntos), Dayaris Mestre (48) y Alex García (+100), con 120 rayas, fueron los otros que colgaron metales en sus pechos y sacaron mayor provecho del torneo a domicilio.

DESDE LA GRADA

No se equivocó Marius Vizer, titular de la Federación Internacional de judo al expresar que una de las cualidades que más admira en los judocas cubanos es la determinación. La destilaron los menos curtidos Melissa Hurtado y Yainlsidys Ponciano (48), Melisa Peñalver, Jorge Martínez e Iván Silva (81), y el propio García.

Asley González (90 kg) es una de las estrellas en una división donde ocho judocas pueden coronarse. Foto: Morejón, Roberto

De forma general el rendimiento de nuestros judocas puede catalogarse de positivo. Desde mi mirada, algunas lagunas tácticas derivadas de la poca sistematicidad a la hora de medir fuerzas con la élite y en ocasiones escasez de argumentos técnicos para solventar una situación de exigencia superior, fueron hándicaps visualizados.

Bajo semejante panorama el saldo favorable de 36 éxitos y 27 fracasos en los enfrentamientos varoniles, y 37-33 por parte de las chicas, da la medida de que nuestro país tiene potencial para mantener el prestigio fraguado durante años, máxime cuando buena parte de ese balance corrió a cargo de judocas juveniles, e incluso, algunos en edad cadete.

MIRADA DE GURÚES RUMBO A RÍO

Armando Padrón tiene ante sí un reto mayúsculo. El actual seleccionador principal de la escuadra femenina buscará preservar el pedigrí fraguado durante décadas por Ronaldo Veitía, quien de manera oficial se acogió al retiro durante el Grand Prix citadino. Y digo mayúsculo porque en el 2015 solo la extraclase Idalys Ortiz pudo saborear un bronce en el Campeonato Mundial de Astaná, Kazajstán. Sobre el rendimiento de sus pupilas en el Grand Prix y las perspectivas reales de clasificación de cara a la cita en suelo Carioca, explicó:

“El objetivo era analizar de forma individual como competía cada atleta, ver el manejo táctico de los combates, comprobar su estado físico ante exigencias superiores a medida que iban avanzando. Idalys, Maricet y Dayaris estuvieron muy bien, Onix Cortés (70 kg) no combatía desde los panamericanos de Toronto producto de su lesión, y Yalennis Castillo (78) cedió ante la campeona olímpica estadounidense Kayla Harrison y la no menos curtida británica Natalie Powell”.

Precisamente en esas cinco chicas tiene cifradas sus esperanzas de clasificación Padrón. Una radiografía a sus rendimientos del año pasado a la fecha arroja que Idalys (25-9) es la de mayor contundencia. Le siguen por ese orden Mestre (17-12) y Espinosa (9-5).

El prisma varonil coloca a Asley (32-11) en primer orden en los 100 José Armenteros (23-11), e Iván Silva (28-15) en los 81, completan el tridente mejor afianzado.

Justo Noda, gurú del judo cubano, apuesta por la evolución técnico-táctica a corto plazo. Foto: Ricardo López Hevia

Más de tres décadas lleva Justo Noda entregando sus conocimientos a generaciones de judocas. Muchos desconocen que Justo inició su profesión de entrenador en la selección nacional con la armada femenina, antes de recalar en el comando varonil. Por eso, un acercamiento a sus visiones respecto a la salud del judo cubano en la actualidad devienen prácticamente cruciales. A propósito del performance de sus discípulos y otras cuestiones, expresó:

“La calidad de este torneo ha sido incuestionable, por eso ser sede es un punto de partida importante, sobre todo para la cantera, que en muy contadas ocasiones tiene la oportunidad de calibrar su forma ante contrarios de élite. Hasta ahora en su mayoría lo han hecho con soltura, buen desempeño técnico, agresividad. Eso sin descuidar el aval del oponente, que en la casi totalidad de los casos los superaba. Respecto a lo sucedido, ante una perspectiva diferente de calidad, el 50 % de los combates se perdió por debilidades en el componente táctico.

“Para nosotros fue muy importante la gira asiática a finales del 2015. Medirse frente a japoneses, sudcoreanos y mongoles, siempre aumenta tu aval. Tienen un judo mucho más dinámico, explosivo a la hora de iniciar acciones, de repertorio diverso y distinto a los europeos, que dependen mucho más de la fuerza y son más estáticos en su sistema de pelea”.

En una caracterización individual de sus pupilos destacó el despegue de Asley, a quien le sentó de maravilla la base de diez días desarrollada en tierra del Sol Naciente: “Alex ha adquirido clase, enfrenta a rivales de mayor pedigrí con seguridad y ha logrado vencerlos en algunas oportunidades. Silva igualmente estuvo muy acertado, en tanto Armenteros tiene un arsenal insospechado, pero necesita más fogueo para alcanzar la forma óptima, y sobre su ruta competitiva, como la de todos los posibles clasificados, relación que completa Magdiel Estrada, estamos trabajando”, profundizó Noda.

En este sentido la legión de judocas partirá a una gira europea que en el caso de las chicas comprenderá el Grand Slam de París, el abierto de Italia y el Grand Prix de Dusseldorf, Alemania. Mientras, sus homólogos igualmente probarán su valía en la Ciudad Luz y en suelo teutón, y cambiarán la geografía transalpina por la austriaca.

En caso de que algunas de las figuras proyectadas no logre incluirse entre los agraciados del escalafón olímpico, como Onix y Magdiel, tendrán posibles opciones adicionales en Georgia, Turquía y el abierto continental de el Salvador. Eso antes del Panamericano de la disciplina, que igualmente acogerá la Ciudad Deportiva capitalina.

Al ser interpelado sobre lo que le pudiera estar restando a nuestro judo hoy día Noda destacó que de suma importancia es el trabajo en la base sobre el pensamiento táctico, lograr perfeccionar poco a poco el desarrollo técnico, elevar la efectividad en la estrategia de Kumis (agarres), así como establecer un proyecto desde la base que incluya capacitación de los entrenadores nuevos, solidez en la formación técnica de los atletas, estudio de contrarios y sistemas diversos de pelea.

Cuba (6-13-16) ocupa el quinto lugar histórico en el medallero del judo en citas bajo los cinco aros. Le anteceden Japón (34-18-18), la cuna de la disciplina, Francia (12-8-24), Sudcorea (11-14-15) y China (8-6-3). A esas naciones se les sumarán en la Ciudad Maravillosa Rusia y Georgia, naciones que dejaron su impronta en los dos Grand Prix de la Habana. A partir del sábado seis de agosto se sabrá la realidad. Nuestras armadas enrumban con todo hacia ese punto cero.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.