
“Tradicionalmente, en Japón, los grandes edificios son de madera. Aunque ahora sería en una escala mucho más grande, quiero mostrar al mundo que podemos aplicar nuestra técnica tradicional para este tipo de construcción”, precisó el arquitecto japonés Kengo Kuma, nombrado recientemente como líder del proyecto que dará vida al Estadio Olímpico de la cita estival Tokio 2020.
Queda mucho tiempo todavía para que ondee la bandera de los cinco aros en la Tierra del Sol Naciente por primera vez desde la lid de 1964, pero ya se trabaja con mucha seriedad en el plan del escenario que con casi total seguridad acogerá las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos, además de las competencias de atletismo.
Kuma, de 61 años y natural de Yokohama, fue seleccionado en base a la intención de recuperar la arquitectura tradicional nipona, con el uso de madera y bambú que propone su proyecto. “Es un plan magnífico que cumple con los criterios de costo y de plazos”, dijo el primer ministro Shinzo Abe, tras una reunión del Consejo de Deportes.
Según reportes de las agencias EFE y AP, la instalación tendrá capacidad para 60 000 espectadores, y uno de los rasgos distintivos serán los balcones y vegetación tras las tribunas, “un estadio con árboles y zonas verdes, pensado como un lugar de convivencia”, todo un reto de creación para Kuma, profesor de arquitectura de la Universidad de Tokio.
“El estadio será el más accesible para todos los públicos y una fuente de inspiración para el resto del mundo”, afirmó el Primer Ministro, satisfecho también porque se ha encontrado un equilibrio entre el respeto por el medio ambiente y el presupuesto.
El proyecto inicial que se aprobó en julio pasado, formulado por la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid, suponía un gasto de 252 000 millones de yenes (2,1 billones de dólares), el más caro de la historia, y fue desechado por su tamaño gigantesco, demasiado agresivo para una zona residencial rodeada de parques y un importante templo.
El Consejo de Deportes explicó que se abrió una nueva convocatoria, tras la cual emergieron dos propuestas finalistas a inicios de diciembre. A la postre, resultó ganador el proyecto liderado por la compañía de construcción Taisei Corp, vencedora por estrecho margen sobre la otra alternativa, presentada por la sociedad Toyo Ito con el apoyo de las corporaciones Takenaka, Shimizu y Obayashi.
Situado en una zona verde de Tokio, el nuevo estadio implicará un costo de 153 000 millones de yenes (1,2 billones de dólares) en su diseño, construcción y mantenimiento, y su proyecto fue escogido gracias a su amplia consideración del medio ambiente y la posibilidad de la reducción del periodo de obras.
De acuerdo al plan estipulado, los trabajos de construcción se pondrán en marcha en diciembre del 2016, y deben culminar en noviembre del 2019, antes de la fecha límite —enero del 2020— impuesta por el Comité Olímpico Internacional, tiempo suficiente hasta la inauguración de los Juegos Olímpicos el 24 de julio de ese año.

















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Rene dijo:
1
29 de diciembre de 2015
09:49:12
luis dijo:
2
30 de diciembre de 2015
05:34:02
MIGUEL ANGEL dijo:
3
3 de enero de 2016
08:45:51
Fernando dijo:
4
3 de enero de 2016
12:26:15
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