
MINAS, Camagüey.— Al momento de nuestra visita, temprano en la mañana, el terreno se encontraba en estado de calma. Sus protagonistas habituales asistían a clases. Sin embargo, las pocas personas que merodeaban por la instalación resaltaron que se trata de un lugar dónde el fútbol se vive con pasión.
Hablamos del terreno de Sebastopol, la sede desde hace dos años del equipo de fútbol de Camagüey, último campeón nacional. Aunque no se trate de un estadio con las condiciones de sus homólogos europeos, sus trabajadores se esfuerzan a diario para que en la grama pueda practicarse el fútbol de forma masiva.
“Aquí todas las tardes acuden cientos de muchachos para jugar al fútbol. Los fines de semana celebramos la Copa Camaquito, en la que participan niños de las escuelas primaria y secundaria del municipio de Minas”, advirtió Hermes Quevedo, árbitro nacional de fútbol desde hace tres años y residente en este territorio.
Quevedo señaló que por las amplias dimensiones del terreno se pueden montar tres campos pequeños para los partidos de fútbol de los muchachos, y cuando juegan los mayores se establecen medidas de 105 metros de largo x 64 de ancho.
Como consecuencia de la práctica sistemática del más universal de los deportes, de este territorio de la geografía camagüeyana han salido varios jugadores para integrar las filas del elenco agramontino de fútbol. En el pasado campeonato nacional, donde Camagüey obtuvo la corona, cinco de sus futbolistas eran oriundos o viven en Minas; de ellos el lateral izquierdo Yaisnel Nápoles forma parte de la selección nacional.
En opinión de José Luis Toscano Robinson, director del Combinado Deportivo 9 de abril —al que pertenece el terreno—, el municipio de Minas no puede perder, a nivel provincial, los resultados que ha conseguido en el fútbol en los últimos años.
“Ocupamos el tercer lugar en el pasado torneo provincial; de ese escaño no podemos bajar porque significaría un retroceso. De ahí que sigamos trabajando desde la base con los muchachos y aprovechemos al máximo este terreno para celebrar copas infantiles y cuanto torneo nos sea posible”, dijo Toscano Robinson.
A pesar de la fiebre futbolera que se vive en este municipio, el camino para el éxito no ha estado exento de dificultades. “La sequía nos afecta de forma severa, el personal de mantenimiento se las tiene que ingeniar para que el campo tenga unas condiciones adecuadas”, subrayó Hermes Quevedo.
Además del tema hidrológico, existen problemas para regar el terreno al no contar con un sistema de riego para hacerlo.
Según palabras de Osvaldo Vázquez, jefe del departamento de actividad deportiva del Inder en el Municipio de Minas.
En el caso de las casas club, tanto de local como del visitador, disponen de la infraestructura necesaria para ser utilizadas por los jugadores antes, durante y después de cada partido. Baños y cuarto de vestidores reflejan el cuidado de los trabajadores de la instalación.
Aledaño a la cancha, se trabaja en áreas de voleibol, voleibol de playa y baloncesto, para ponerlas a disposición de los habitantes del municipio y contribuir de esa manera en la expansión del deporte y una recreación sana en el municipio de Minas.

















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