
La secuencia del triplista Pedro Pablo Pichardo conduce necesariamente a la gloria. Sobre todo porque en el año 2015 se sacudió, a fuerza de metros vencidos, de cualquier fantasma, incluso el de su retorno a la alta competición tras haber sido sancionado, en un binomio envidiable junto al técnico Daniel Osorio.
El santiaguero, nacido el 30 de junio de 1993, con 1.86 metros de estatura y 75 kg de peso, comenzó a tejer ese sólido eslabón entre carrera de impulso-brinco-paso-salto que dejó boquiabiertos a muchos. Devoró centímetros, preservó el prestigio del triple cubano, se estableció en el podio, hasta que mereció la designación entre los candidatos a mejor deportista masculino de deporte individual.
Ha sido la estabilidad, palabra de orden en Pichardo. Abrió el 8 de mayo con 17.94 en el Estadio Panamericano, registro que pulverizó los 17.85 de Yoelbi Quesada, los cuales databan precisamente de otro día 8, pero en agosto de 1997.
Continuaría con su toque hasta el 9 de julio, cuando amparado en 17.99 recaló segundo en la parada de la Liga de Diamante de Lausana, al acecho de su sempiterno rival, el estadounidense Christian Taylor (18.06). Cabe destacar que entre mayo y julio Pichardo igualmente registró saltos de 18.08 (28 de mayo en La Habana) y 17.96 (4 de junio en Roma), además de exhibir seis de la decena de registros de vanguardia de la campaña, —los otros cuatro marcas registradas de Taylor—, y el cuarto mejor estirón de todos los tiempos.
Ese duelo campal vs. Taylor se repetiría en el Nido de Pájaro de Beijing, sede del Mundial de atletismo. Nuevamente emergió airoso el norteamericano, con 18.21 inalcanzables. Pichardo revestido en plata, luego de haberse coronado en los Juegos Panamericanos de Toronto (17.54).
Cruento fue el pulso que mantendría la adrenalina hasta el mismísimo epílogo de la Liga de Diamante. Al Memorial van Damme, de Bruselas, Pichardo arribó con 16 puntos, por 14 Taylor.
Las últimas dos paradas de dicha justa otorgan puntuación doble a sus ganadores, y Taylor volvió a inclinar la balanza a su favor 17.59 por 17.06.
Es incuestionable que Pichardo lo tiene todo para convertirse en leyenda. Cada vez que lo veo arrancar y tras 14 pasos atacar la tabla cual pantera en busca de su presa, la confianza se apodera de mí. Compartir honores entre los aspirantes a Mejor Atleta del año con Mijaín López, Julio César La Cruz, Rafael Alba y Manrique Larduet, constituye de antemano una carta de presentación sin precedentes.
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juancito dijo:
1
20 de noviembre de 2015
18:08:04
MIGUEL ANGEL dijo:
2
21 de noviembre de 2015
07:22:45
pABg0nZ dijo:
3
21 de noviembre de 2015
11:35:25
jose dijo:
4
21 de noviembre de 2015
11:42:30
Ramon dijo:
5
21 de noviembre de 2015
13:19:33
Ramon dijo:
6
21 de noviembre de 2015
13:38:26
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