Hay un santiaguero que irrumpió en la élite de la gimnasia artística de forma irreverente. Es Manrique Larduet, nacido el 10 de julio de 1996, de 1.58 metros de estatura y 63 kg de peso, de grandeza ya reconocida a sus 19 años, diez de ellos entre mortales y giros.
De ahí que sea más que justa su nominación entre los cinco hombres, (los restantes son Mijaín López, Julio César La Cruz, Rafael Alba y Pedro Pablo Pichardo), para mejor atleta masculino de deporte individual en este 2015.

El indómito lanzó su clarinada en el Festival Panamericano de México 2014, cuando ganó con total de 89.120 puntos. Poco a poco Larduet ha labrado su crecimiento, con esfuerzos ininterrumpidos, bajo la mirada de su mentor Carlos Rafael Gil.
Así conquistó Veracruz, sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe igualmente escenificados en suelo azteca en noviembre del pasado año, donde logró títulos de máximo acumulador y en el caballo de salto, además de cuatro platas y un bronce ante hombres curtidos como el colombiano Josimar Calvo y el boricua Luis Rivera.
Los Panamericanos de Toronto serían el aperitivo previo al Mundial: plata all around a solo 50 centésimas del estadounidense Samuel Mikulak. Causó gran impresión ante público y expertos, obteniendo notas de 14.500 en ejercicios a manos libres, y 13.450 en caballo con arzones, su talón de Aquiles. Además, fue segundo en anillas (15.400) y barras fijas (15.150), dominó el caballo de salto (15.400) y las barras paralelas, prueba en la que se dieron las notas más altas y él quedó tercero (15.750).
Redondeó en las definiciones por aparatos con bronce en anillas (15.450) y plata en paralelas (15.650), además de coronarse en el caballo de salto (15.125).
The Hydro, en el Mundial de Glasgow, Escocia, fue para Manrique lo que en 2001 la ciudad belga de Gante para Erick López, quien se vistió de plata amparado en 9.675 en barras paralelas. El estadounidense Sean Townsed (9.700) lo privó de la gloria total entonces. Por esas casualidades de la vida, justamente son las paralelas una de las armas más sólidas de Larduet.
El sacrificio de años se tradujo en éxito ante la presencia de los 13 000 espectadores congregados en cada jornada en The Hydro. Lanzó su candidatura desde el mismo estreno en la clasificatoria del all around, con puntuación de 88.656 (séptimo entre los 182 gimnastas inscritos) detrás del “sobrenatural” japonés Kohei Uchimura. En la definición le pisó los talones a Uchimura, campeón por sexta ocasión en línea del concurso de máximo acumulador, y ahora dueño de 92.332 unidades inalcanzables para Larduet, segundo con (90.698).
Cristalizó una quimera: 14.666 en manos libres, 14.300 en caballo con arzones (el total más elevado de por vida en su aparato más débil), 15.233 en anillas, 15.433 y redención en el caballo de salto (ese que le valió el título en los Panamericanos de Toronto), 15.333 en barra fija y 15.733 en las barras paralelas, para demostrar que elevar el grado de complejidad en esta última ejecución le reportó excelentes dividendos.
Eso no fue todo en la lid del orbe: su segunda forja la fraguó en bronce en la barra fija, con total de 15.600 (7.000 como nota de partida y 8.600 en su ejecución).
El Mundial de Atenas 2004 fue la última comparecencia olímpica de un gimnasta nuestro. Manrique rompió con un cerco esquivo a los cubanos tras 12 años de silencio.

















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juancito dijo:
1
20 de noviembre de 2015
01:58:49
la carta dijo:
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20 de noviembre de 2015
07:23:34
jesus dijo:
3
20 de noviembre de 2015
09:03:20
Ramon dijo:
4
20 de noviembre de 2015
09:31:07
DAMICHEL dijo:
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20 de noviembre de 2015
12:27:47
arturo dijo:
6
25 de noviembre de 2015
11:49:39
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