
Aun cuando es una de las disciplinas deportivas de más longeva práctica en Cuba, —el primer partido oficial se desarrolló en 1881—, y cuenta con notoria popularidad, la pelota vasca transita por ciertos cauces mediáticos de anonimato.
Sin embargo, las principales cartas de triunfo de dicha disciplina no dejan de aportar preseas a sus arcas. Yoan Luis Torreblanca y Armando Chappi, en el masculino, además de Arlet Hernández y Daniela Darriba resultaron los últimos agraciados en el Mundial sub-22 de frontón a 30 metros en Palencia, España, donde conquistaron dos preseas de plata y una de bronce.
Cuba constituye una de las potencias indiscutibles de la pelota vasca, junto a España, Francia, México y Argentina. “En este momento los mexicanos están a otro nivel, como los chinos en el tenis de mesa. Juegan partidos de calidad todas las semanas, pactan torneos con españoles y franceses, se reúnen diez parejas y organizan un abierto en la casa de alguno de los jugadores. Siempre activos, golpean con una aceleración endemoniada”, sentenció Chappi, junto a Torreblanca subcampeones en la paleta de goma individual (alternan los duelos), y en el frontenis.
Lázaro Mendoza, comisionado nacional y presidente de la federación doméstica, destacó que nuestro poderío se ha concentrado en las modalidades de frontenis y trinquete.
“Somos uno de los tres países que practica las 15 modalidades, además de España y Francia. La esencia está en la transferencia de las distancias de juego y el acercamiento a los estándares internacionales que realizamos con los muchachos una vez que ingresan en la preselección nacional, pues en la etapa escolar, a causa de la estrechez de recursos e imposibilidad de contar con canchas oficiales, disputan todos sus eventos a 20 metros. Hablamos de 24 preseleccionados, 22 de ellos de La Habana, donde se concentra la mayor tradición”, aseguró Mendoza.
Raúl Montejo, mentor varonil, caracterizó a su pupilo Chappi: “Es muy inteligente, aguanta pelotas, mantiene a los zagueros rivales en jaque, hasta el instante de colocar un golpeo letal, potente, con efecto”.
Chappi, por su parte, describió la lid de Palencia como en extremo agotadora: “Los españoles y casi todos los restantes equipos fueron con seis jugadores. Nosotros éramos solo Torreblanca y yo, al igual que Daniela Darriba y Arlet Hernández (bronce en frontenis). Hubo un día en que disputamos cuatro partidos. A eso súmale que el tiempo de descanso depende de la duración de cada partido. Si te ganan por doble 15-5, por ejemplo, tienes muy poco margen de recuperación. Hay que trazar muy bien las estrategias sobre la marcha. Nuestro partido más duro fue la semifinal contra los españoles, el nivel se vio parejo, cualquiera podía ganar. Ante los mexicanos la suerte estaba echada, a pesar de que abrimos delante 4-1 en el primer set. ‘Cámbiale el ritmo’, dijo uno de los jugadores, y hasta ahí llegamos”, argumentó Chappi sobre el revés ante los aztecas.

















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MIGUEL ANGEL dijo:
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14 de noviembre de 2015
05:41:16
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