
China, con 79 atletas, Rusia y Estados Unidos (76), Japón (56), Australia (48), Brasil (40) y Polonia (38) fueron los países con mayor cantidad de representantes en el Mundial de atletismo para discapacitados, los tres primeros líderes del evento.
Cuba, que presentó solo seis deportistas, ganó la décima posición del medallero, unida al escaño 21 por puntos (86), gracias a una dosis de gran efectividad que le permitió adjudicarse siete títulos y dos preseas de plata.
Cuatro figuras auparon el rendimiento de la pequeña legión antillana: los velocistas Omara Durand y Lenier Savón, categoría T-12 (débiles visuales profundos); además de Yunidis Castillo T-46 (afectados de miembros superiores); y el discóbolo Leonardo Díaz F-56 (silla de ruedas).
Durand mejoró su performance de Christchurch, Nueva Zelanda 2011 y a sus cetros de entonces en 200 y 400 metros, ahora adicionó en el estadio Husaim Bin Hamad de Doha, Catar, la corona en el hectómetro, aderezadas todas sus carreras con récords universales. Sus cronos respectivos fueron de 23.03, 53.05 y 11.48 segundos.
Su rendimiento no pudo ser mejor. La santiaguera nacida el 26 de noviembre de 1991, debutó con su guía Yuniol Kindelán, después de cuatro meses de engranaje juntos. Yuniol, de 21 años y quien fuera miembro de la preselección convencional en la vuelta al óvalo, ponderó vía electrónica las virtudes de su compañera.
“Es una corredora muy completa, la coordinación en cada tramo fluyó de maravillas, casi no tuve que exigirle en los halones pues demostró una potencia incalculable. La entrenadora Miriam Ferrer tuvo mucho que ver en este rendimiento, nos insistió en el comienzo, cuando existía el temor al cambio y Omara no estaba decidida”.
Definitivamente su hija Erika tendrá preseas para jugar, como también el pequeño de un año Gabriel, hijo de Yunidis, a quien su mamá le obsequiará el cetro de los 200 metros (25.43), unido a los subcampeonatos del salto de longitud (5.46 metros) y la vuelta al óvalo (59.79). El cierre de la “hija del viento” no fue el mejor; su descalificación en el hectómetro la privó de su título número ocho en estos certámenes, tras haber estampado el mejor registro semifinalista con 12.40.
“Increíblemente no manifestaba cansancio alguno, fue el día que mejor me he sentido, iba de primera y al hacer los cambios de intensidad sufrí un desgarre muscular a nivel del cuádriceps, en la pierna izquierda. Casi no podía caminar del dolor”, explicó.
El pequeño Lenier Savón (1.65 metros) se vistió de gigante y en su debut en citas del orbe se coronó por partida doble: 10.82 en 100 metros y 22.14 en el doble de la distancia; este último crono constituyó tope de América.
Redondeó el botín el discóbolo Leonardo Díaz, capaz de extender su feudo a tres ediciones mundialistas, ahora con cota para la cita de 45.10 metros. La comitiva se completó con las incursiones de Ernesto Blanco y Raciel González, ambos T-46-47, quienes tuvieron en el cuarto escaño de los 400 y el hectómetro, su mejor rendimiento, respectivamente.
Lo justo es ponderar el rendimiento antillano en medio de un enjambre de 1 230 atletas de 95 naciones. A falta de una fecha para el adiós, China (37-26-16), Rusia (21-18-21), Estados Unidos (13-13-10), Gran Bretaña (10-9-8), Túnez (10-3-1), Polonia (9-4-5), Brasil (8-13-13), Australia (8-4-10) y Alemania (7-7-9) nos antecedían.

















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MIGUEL ANGEL dijo:
1
31 de octubre de 2015
05:38:37
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