Fue en Moscú 1980 cuando la halterofilia cubana debutó en el contexto olímpico. El matancero Daniel Núñez (56 kg) se impuso entonces con 275 kg (125-150), rendimiento que estuvo acompañado del bronce de Alberto Blanco en los 100, gracias a 385 (172.5-212.5).
Pablo Lara tomaría Atlanta en el año 1996. Su título en los 76, avalado por soberbios 367.5 (162.5-205) aún se narra de forma épica, e incluso actualmente en los 77 ese constituiría un biatlón de sumo respeto. Heredero de Lara e Idalberto Aranda, el granmense Iván Cámbar (77) nos regaló la última escalada al podio de premiaciones en Londres 2012, cuando con total de 349 (155-194) se vistió de bronce.
Nadie duda que el sueño de muchos deportistas pase por la participación en una magna justa bajo los cinco aros. Lo comprobé en mi visita más reciente al gimnasio de levantamiento de pesas del Cerro Pelado, cuando vi a la decena de preseleccionados mundialistas “comiéndose los hierros”, desafiando el calor imperante, concentrados en las repeticiones y cualquier mínimo detalle para corregir, tras las indicaciones de Vicente Gálvez, Adán Rosales, Félix Machín y el resto del colectivo de entrenadores.
Sucede que el centro de Convenciones George R. Brown de Houston, Estados Unidos, acogerá entre el 20 y el 29 de noviembre próximos la edición número 82 de los Campeonatos Mundiales de halterofilia. El rendimiento que se patente allí, sumado a las 60 unidades de Almaty, Kazajstán  2014, dictará de cuántos atletas podremos disponer para Río de Janeiro 2016, luego de que cuatro nos representaran en la ciudad del Big-Ben.
Así componen la armada Yoelmis Hernández y Yadier Núñez (85 kg), Adriel La O y Jordanis Espinosa (77), Víctor Manuel Quiñones (94), Alejandro Cisneros (105) y Asniel Rodríguez (+105); además de las damas Marina Rodríguez (63), Niulys González (53) y Sahily Valdespino (58).
MENTORES SUSTENTAN INTENCIONES
Concentración es la palabra de orden en medio del ajetreo que a diario, desde las 8:30 de la mañana, viven no solo los diez posibles agraciados mundialistas, sino también el resto de los 36 miembros de la escuadra nacional. Vicente Gálvez, entrenador principal, no dudó en explicar algunas proyecciones de cara a la cita de Houston:
“Nos reincorporamos a los entrenamientos el lunes 27 de julio, y estamos en la etapa de mayor volumen dentro de la preparación, lo cual se traduce en un elevado número de repeticiones, buscar explosividad y coordinación en los movimientos, sin demasiado peso, con un estimado entre el 92 y el 94% de sus totales cimeros”, apunta el técnico.
“Las mayores aspiraciones de puntuación se concentran en el tres veces medallista universal Yoelmis Hernández, su compañero de división Núñez y La O, quienes tuvieron actuaciones muy destacadas en Toronto y deben mejorar sus biatlones de cara al Mundial. Los tres deben estar entre los diez primeros de sus categorías y el resto de los que asistan, intentar contribuir de la mejor manera, pues hasta el lugar 25 se reciben puntos”.
Rosales, otrora halterista estrella y timonel de las damas, acotó: “Las muchachas pudieran convertirse en las primeras mujeres con opciones de clasificación olímpica. Están entrenando muy fuerte, con intensidad media que irán aumentando en las diez semanas de preparación que restan. Todas deben mejorar sus registros de inscripción en ese lapso”.
“Marina es la más pareja, explota su potencia de piernas muy bien en el arranque, su movimiento clave. Tanto Niulys como Sahily, concentran sus virtudes en el envión. Este Mundial será un termómetro para comprobar si tras una década de práctica nos estamos atemperando a las exigencias internacionales”, concluyó el mentor.
TRES ASES AL TIRO
Yoelmis Hernández tiene una seguridad alentadora respecto a su posible rendimiento. Tres preseas del orbe desde Antalya, Turquía 2010 lo avalan. Ahora comanda el ranking de los 85 kg con sus 370 (164-206) de Toronto, aunque los mejores aún no se pronuncian:
“He logrado estabilizar mi peso corporal sobre 84 kg, todavía no es lo ideal, pero me da seguridad. Además, al término de cada sesión, trabajo la flexibilidad con ejercicios y fortalezco mi espalda baja complementando con la espaldera y los abdominales. Igualmente intento mejorar mi coordinación en la segunda fase del arranque y perfecciono mi envión, con la potencia de las piernas como arma fundamental. La preselección entrena muy cohesionada y en lo personal estoy dispuesto a mejorar mi biatlón máximo de 374 (164-210), conseguido en suelo turco”, argumentó Hernández.
Yadier Núñez: Aparece momentáneamente tercero del escalafón de los 85 gracias a 364 (163-201) su mayor total de por vida: “Estoy trabajando fuertemente con el peso corporal, descansando como mínimo nueve horas diarias en horario de sueño e incorporando suplementos vitamínicos ”.
Adriel La O: Quinto del orbe por ahora con 338 (153-185), tiene en el arranque su argumento más sólido: “Espero llegar en mejor condición a este Mundial, eso significa mejorar entre dos y cuatro kilogramos mi total de Toronto. Solo así podré insertarme en la élite”.


                        
                        
                        
                    














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Jape dijo:
1
10 de septiembre de 2015
19:42:00
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