Un día después de que Misato Nakamura (52 kg) le diera su primer título en Astaná, Japón quiso refrendar este miércoles por qué es, sin discusión, la gran potencia mundial del judo.
No por gusto a lo largo de la historia exhibía 124 metales áureos en los certámenes del orbe anteriores (por detrás le sigue Francia con 47). Así que este miércoles el país del sol naciente se quedó con todo el oro en el Palacio de Hielo Alau, al reinar en las dos divisiones de la jornada.
En la final masculina de los 73 kg, de hecho, el título se lo rifaron Shohei Ono y Riki Nakaya, imponiéndose en definitiva el primero, que ya había sonreídoen Río de Janeiro 2013, aunque Nakaya también puede presumir de dos coronas mundiales (2011 y 2014) y una plata olímpica. Casi nada.
En el podio los dos fueron acompañados por el sudcoreano Changrim An y el mongol Nyam-Ochir Sainjargal, ambos merecedores de los bronces.
Mientras, entre las mujeres, la triunfadora de los 57 kg fue la monarca bajo los cinco oros Kaori Matsumoto, quien firmó su regreso a la cima de un podio mundial tras la edición de Tokio 2010, al superar también por wazari a la rumana Corina Caprioriu, precisamente su víctima en la final de Londres 2012; quedando el tercer puesto reservado para la francesa Automne Pavia y la mongola Sumiya Dorjsuren.
A los representantes cubanos, cabe consignarlo, no le fue mejor que el día antes, pues a al titular panamericano Magdiel Estrada el Mundial le duró tan solo los 99 segundos que precisó el montenegrino Nikola Gusic para derrotarlo en la segunda ronda; en tanto Aliuska Ojeda también quedó eliminada por ippon ante la holandesa Sanne Verhagen en su primer combate.
De ahí que habrá cuán lejos puede llegar este jueves Iván Silva (81), de vencer como se espera en su debut al gabonés Paul Kibikai, en una llave encabezada por el experimentado ruso Iván Nifontov, campeón del orbe en Rótterdam 2009. Y si Maricet Espinosa (63) no acusa el tiempo alejada de los tatamis por una lesión —como le sucedió antes a Yanet Bermoy (52)— cuando enfrente a la argelina Imene Agouar.
De momento, lo que sí resulta innegable es que Japón, con un total de siete medallas (3-2-2) —seguido por Kazajstán (1-1-0), Sudcorea (1-0-3) y Argentina (1-0-0)—, parece determinado a comandar el medallero por países como en las últimas dos ediciones (en París 2011 Francia hizo pesar su condición de anfitrión). O mejor dicho, como casi siempre.

















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Ramon dijo:
1
26 de agosto de 2015
18:11:27
Ramon dijo:
2
27 de agosto de 2015
08:52:53
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