
Uno de ellos tuvo que sudar la gota gorda para imponerse luego de 14 luchadas entradas. El otro vino de abajo, pues cayó en el primer choque de semifinales y batalló sin cesar en los dos restantes, el último por la mínima. Leones y Gallos, Habana y Sancti Spíritus, los dos finalistas de la II Serie Nacional sub-23 saldrán este sábado a dirimir el primer choque, con el estadio Santiago “Changa” Mederos como escenario a partir de las 2:30 p.m. El domingo será día de traslado y el lunes se reanudarán las acciones en el José Antonio Huelga.
Fueron los habanistas el sexto equipo en average de bateo durante la etapa clasificatoria —promedio de 258 en los 36 juegos, empatados con Las Tunas—, pero en la semifinal ante los Naranjas villaclareños tuvieron que apelar a la excelencia de su pitcheo pues a la ofensiva estuvieron muy por debajo, 183.
Fueron los serpentineros los que se echaron el equipo a cuestas, liderados por un zurdo con experiencia en Series Nacionales, Pedro Durán, autor de una lechada durante ocho capítulos. Junto a él brillaron Brando Delgado y Juan Peñalver, quienes tampoco aceptaron carreras en más de cinco innings de labor monticular. Entre ellos tres y el resto de los tiradores promediaron un excelente 1,90 durante la clasificatoria, únicos por debajo de las dos carreras limpias y esa será su principal arma en esta final de campeonato.
Los Gallos del mentor Lázaro Martínez estuvieron ligeramente mejor, madero en mano, 261, y su promedio de pitcheo a lo largo de la fase inicial fue uno de los más bajos, 2,38. Lideraron ampliamente el grupo C y, después de la sorpresa preliminar ante los santiagueros, reducidos a la impotencia durante once capítulos por el binomio Ulfrido García-Daniel Gómez, supieron sacar fuerza de flaquezas y llevarse el gato al agua ante sus aguerridos rivales.
En la semifinal tuvieron a un hombre muy destacado a la hora de batear, Alberto Rodríguez, con 455 de average, mientras en el box las palmas para otro tirador siniestro, Javier Vázquez, ganador de un partido y salvador de otro, 0,96 de PCL y solo 133 de average rival. Aldo Conrado y Pedro Álvarez fueron los otros dos abridores.
Llegamos a la final de un torneo de suma importancia para el desarrollo de nuestro béisbol, con muchas de las figuras que veremos próximamente en la 55 Serie Nacional. Y si algo preocupa es la incierta defensa de todos los conjuntos.
En la etapa clasificatoria se cometieron 752 errores en un total de 283 juegos, a casi tres por encuentro para un discreto promedio de 967. Esto se reflejó igualmente en las dos series semifinales, con 20 pifias en seis choques y un aún mas bajo average defensivo de 963. Independientemente del estado de los terrenos —aunque se jugó en la mayoría de los casos en estadios de cabecera—, la falta de concentración a la hora de fildear y los tiros apresurados a las almohadillas son algunas de las causas principales de este mal, que no le es ajeno a nuestro principal clásico.
No obstante Leones y Gallos deben ofrecer un buen espectáculo, donde prime el buen juego y la rivalidad tradicional entre ambas provincias.

















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Luis Alberto Pino dijo:
1
14 de agosto de 2015
01:37:56
Jose cuervo dijo:
2
14 de agosto de 2015
03:42:56
jose dijo:
3
14 de agosto de 2015
10:14:36
azul dijo:
4
14 de agosto de 2015
12:18:24
azul dijo:
5
14 de agosto de 2015
12:19:08
Tirso Sáenz Coopat dijo:
6
14 de agosto de 2015
13:56:20
Ruben dijo:
7
14 de agosto de 2015
18:28:50
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