¿Deben ascender al segundo nivel?

Descoser de sus uniformes la etiqueta de perdedoras en las dos últimas ediciones del Grand Prix (GP) será un trámite difícil para las voleibolistas cubanas que este viernes inician la competencia en Kazajstán.

Debido a la diferencia de ocho horas entre nuestra capital y Almaty, cuando este periódico circule las antillanas pueden haber debutado ante Australia, que el año pasado rivalizó en el tercer nivel del certamen, donde también lo hicieron las kazajas y las argelinas, ahora animadoras en esta misma serie de apertura. Las cubanas en el 2014 causaron decepción en el segundo grupo y descendieron a la tercera sección, sobre lo que abundaremos más abajo.

Su cuarto lugar en la reciente Copa Panamericana de Lima ha de servir de inspiración para elevar los resultados, pero el entusiasmo no puede obviar que en ese torneo (les otorgó su clasificación para el GP 2016) todos los cuadros participantes no presentaron sus nóminas de mayor calidad.

Estados Unidos (oro) en la Copa, sin sus estelares, superó 3-0 a Cuba en la semifinal, y Argentina —sí llevó a sus regulares— logró el bronce con blanqueada sobre las nuestras. En contraste, fue meritoria la victoria 3-2 a costa de Puerto Rico en cuartos de finales, desquite del revés en la Final de Cuatro realizada en La Habana. Tampoco alcanza para vanagloriarse que en la eliminatoria de la Copa Panamericana, Cuba aventajó 3-2 a una selección de Brasil compuesta en su totalidad por juveniles.

Aun cuando las alumnas de Roberto García ganaron con su cuarto escaño en Lima el derecho a ascender al segundo nivel del GP 2016, su historia reciente en estos clásicos recomienda mantenerlas en el tercer grupo, donde participan hoy, opción que deberá tener la anuencia de la Federación Internacional de este deporte.

En la edición del 2013 el saldo no concedió espacio a la alegría, las caribeñas perdieron sus nueve partidos y ganaron tres sets con 27 en contra, contada una derrota 1-3 precisamente a manos de Kazajstán, que en esa ocasión también ofició como anfitriona. Seis de esos saldos negativos llevaron el sello de 0-3.

Al año siguiente el recorrido tuvo pespuntes similares. Ocho reveses y un triunfo 3-0 sobre Canadá, para sumar nueve parciales favorables por 24 adversos, con cinco blanqueadas.

Atendiendo a la poca experiencia del plantel, en el cual solo Melissa Vargas, Sulian Matienzo, Jennifer Álvarez, Alena Rojas y la líbero Emily Borrell se han vestido de regulares en las últimas tres o cuatro temporadas, opinamos que primero el colectivo debe trabajar en aras de elevar sus resultados y desterrar la mentalidad de perdedoras, para luego intentar el ascenso a un nivel superior, porque promoverlo sin los dividendos que en el ámbito internacional avalen su avance, no sería lo indicado.

Durante la segunda semana de la eliminatoria del GP, las cubanas jugarán en Perú a partir del 3 de julio, contra Kazajstán; las anfitrionas, quienes les ganaron 3-2 y 3-0 en la versión del 2013, para cerrar con Colombia. Si no clasifican entre las cuatro finalistas, del 10 al 12 en Australia, el cuadro concluirá su preparación para los Juegos Panamericanos de Toronto, donde Estados Unidos, Brasil y República Dominica­na se ven con las mejores opciones de medallas.