Pudiera decirse que Argentina transitó por la fase de grupo aferrada al pedigrí más que al buen fútbol exhibido. Pensamiento ilógico si de la plantilla presentada por Gerardo “el Tata” Martino se trata.
Un once que siempre irrumpe en los escenarios de Copa América con el cartel de favorito, que además llegaba a Chile dispuesto a sacudirse del fracaso en condición de anfitrina en el 2011.
Pero en definitiva frente a Jamaica no lució ninguno de sus atributos, como tampoco encandiló el astro Lionel Messi en su partido 100 con la albiceleste.
Más bien las revoluciones de la pulga biónica y sus coequiperos se diluyeron en el hecho de saberse clasificados a cuartos de final. Con ese sopor recorrieron toda la cancha durante los 90 minutos, con ese sopor su encarnizada torcida apenas vitoreó en las tribunas el triunfo por 1-0, famélico marcador dada la abismal diferencia de calidad entre ellos y el elenco caribeño.
Con todo y eso los argentinos embotellaron a los chicos del reggae en los primeros compases, generando varias ocasiones hasta que en el minuto 11 Ángel Di María se internó por la izquierda, su banda prohibida en los linderos del área y sacó un centro raso sin asomo de piernas rivales. Higuaín, casi en el manchón penal, alcanzó a virarse y su disparo raso cruzado terminó en el fondo de las rees, inalcanzable para el meta Dwayne Miller y decretando el marcador definitivo.
Bajo ese libreto sorprendió el medio tiempo a todos.
Al regreso, fue como si le hubiesen adormecido los compases a los argentinos. Lentos en la marca, con fisuras de sus hombres de las bandas y cometiendo deslices que incluso llegaron a poner en peligro a Sergio Romero.
Zabaleta y Marcos Rojo quedaron al descubierto, la lentitud hizo mella en sus respectivos físicos y pusieron a pensar a Martino de cara al enfrentamiento de cuartos, en el que nuevamente alineará como variante en la punta el ariete Sergio Agüero, quien padece una ligera molestia en un hombro, y el defensa Otamendi.
Los 20 minutos finales fue como si se hubiesen invertido los papeles. Los jamaicanos insistían en ataque, y el conformismo continuaba rondando los botines, las mentes y los corazones de los jugadores de Argentina, quienes cometieron el error de entregarles la esférica a sus adversarios.
De hecho el vocablo contundencia lo desterraron de su accionar y el propio Higuaín al ser interpelado ponderó la clasificación en calidad de punteros por encima de un performance más convincente.
En definitiva, la casta se impuso a la frescura caribeña, el tango se oyó un tín más alto que el reggae, y Argentina enfrentará al otro mejor tercer escaño, que casi seguro emergerá de la llave C, que exhibe un cuádruple empate entre Brasil, Colombia, Venezuela y Perú.




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leo dijo:
1
21 de junio de 2015
06:31:07
flaco dijo:
2
23 de junio de 2015
17:14:35
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