
Por increíble que resulte, a la reina del ciclismo en Veracruz 2014, Marlies Mejías (Santiago de Cuba, 1992), ningún obstáculo parece borrarle la sonrisa del rostro. Ni siquiera aunque una de las correas que sujeta uno de sus pies al pedal se le zafe en plena carrera y le impida dominar en su totalidad los seis eventos del ómnium (f) en la Copa Cuba, en el que acaba coronándose, sin embargo, con récord personal incluido de 231 puntos.
Hace solo unas semanas atrás conquistó en México el título panamericano de ruta, pero dice preferir los eventos de pista. Y precisamente a orillas del óvalo en el velódromo Reinaldo Paseiro conversamos con ella:
—Dicen que antes de ganar, en el Panamericano de Ruta sufriste una caída…
—Sí, y también se me acalambraron las piernas, así que tuve que darles de verdad a los pedales, porque esta vez el circuito era muy plano y las estadounidenses habían tomado la delantera; pero por suerte el equipo me ayudó a alcanzarlas y conseguí retener el título para Cuba, que ya había ganado los dos últimos años Arlenis Sierra.
—¿Qué tal marcha tu preparación para Toronto?
—Después de regresar de México, solo tuvimos dos entrenamientos y ya está. De ahí directo a esta competencia (la Copa Cuba), que nos sirvió de mucho porque vinieron bastantes ciclistas de otros países y tuvo un nivel destacable.
—¿En cuántos eventos piensas correr en los Juegos?
—La ruta, la persecución por equipos, el ómnium y la velocidad junto a Lisandra Guerra.
—O sea, que vas a correr nuevamente en dúo con Lisandra. ¿Cómo se entrenan estando ella ahora en Alemania?
—Realmente nosotras hasta ahora casi nunca hemos entrenado juntas, porque correr esa prueba por equipos en Veracruz fue sobre todo un experimento, que salió bien y por eso lo hemos seguido repitiendo. Yo tengo la cualidad de ser rápida, y el año que pasé entrenando en Suiza me permitió mejorar sobre todo la velocidad. Pero no es algo que entrene mucho. No tengo tiempo.
—Imagino que compaginar tantas pruebas al mismo tiempo debe ser compli-cado…
—¡Uff! Complicadísimo… (Se ríe). Imagínate que en la Copa Cuba, por ejemplo, el mismo día de la persecución por equipos tuve que correr tres pruebas en el ómnium. Y así pasa muchas veces en otras competencias. No tengo recuperación. De todas maneras es algo a lo que me he acostumbrado, gracias al ómnium. Cuando llegué aquí, nadie lo quería correr. Tenía 17 años y desde entonces he sido la única que le ha cogido realmente gusto.
—Ya en Guadalajara 2011 ganaste un bronce, precisamente en el ómnium. ¿Qué tanto has cambiado como ciclista desde entonces?
—La mentalidad. Pienso que ahora les doy mayor importancia a los entrenamientos y entiendo que es en esa preparación, donde se empieza a ganar, en realidad, cualquier medalla. Y también confío más en los consejos que me da el entrenador, porque antes yo pensaba que todo era a salir a correr a la pista y hacerlo como saliera. De ahí que haya mejorado mucho en las carreras de grupo, aunque mi principal fuerte sigan siendo los eventos individuales.
—¿Tu bicicleta está en buenas condiciones?
—Con las bicicletas siempre hay problemas, pero así hemos tenido campeonas mundiales y es lo que hay. El día que se convierta en una justificación, mejor me bajo de ella, porque querrá decir que he perdido la fe en mis posibilidades como ciclista.
—¿El año pasado pensaste, antes de competir en los Juegos Centroamericanos, que fueras a ganar cinco títulos?
—Jamás me imaginé que fuera a ganar todas esas medallas. Pero si te soy sincera, ahora mismo creo estar en mejor forma que en Veracruz. Déjame decirlo bajito, para no echarlo a perder. (Y termina el diálogo con otra amplia sonrisa de las suyas).
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Ramon dijo:
1
5 de junio de 2015
07:23:39
arojas dijo:
2
5 de junio de 2015
09:03:12
El dijo:
3
5 de junio de 2015
09:06:43
Akuma dijo:
4
5 de junio de 2015
15:29:18
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