CIEGO DE ÁVILA.—Durante toda la temporada beisbolera, la inmensa mayoría de los aficionados y los medios de comunicación lo identificaron como Yunier Cano, espigado relevista de los Tigres avileños, pero ya es hora de corregir el error y comenzarlo a llamar por su verdadero nombre: Yennier.
“Me llamo Yennier Cano Banes. Tengo 22 años, nací en el municipio de Bolivia y vivo en Morón desde hace tiempo”, señaló a Granma el veloz serpentinero, encargado de sacar el último out que le dio el campeonato a la tropa de Roger Machado en la recién finalizada contienda.
Cuando Pedro Luis Lazo disparaba misiles para el home, este muchacho tenía diez años y lo observaba con detenimiento, se paraba frente al televisor y trataba de imitarlo. Una y otra vez se llevaba las manos a la cabeza, hacía el wind-up, lanzaba pelotas y ponchaba a rivales imaginarios.
Fue así como comenzó a ilusionarse con el béisbol y aunque la bitácora de su vida no es tan amplia, quisiera ser como el rascacielos pinareño, máximo ganador de juegos en series nacionales, con 257.
—¿Por qué te gustaba verlo lanzar?
—Por la velocidad que tenía, la inteligencia y por no dar respiro a quienes se paraban en el plato. Tiraba sin miedo, ya fuese Kindelán, Malleta o Yulieski. ¡Qué le importaba!
—La recién concluida temporada fue muy distinta a la anterior. ¿Ahora es que te has encontrado como lanzador?
—Siempre me ha gustado pitchear, pero no quisieron apurarme. Ahora he ganado en confianza. Mi velocidad ha mejorado y le presto especial importancia al pensamiento técnico-táctico. Todo ello me da seguridad.
—¿Cuándo te encaramas en el box, en qué piensas?
—En cómo lanzarle a cada bateador, recordar con qué bola lo dominé o sobre cuál me dio una línea, para no volver a repetírsela.
Cano, 1.91 centímetros de estatura, 87 kilogramos de peso y una recta endemoniada que llega a las 95 millas, parece tener nervios de acero y estar hecho para situaciones cruciales.
—¿Crees que un cerrador tiene más presión que un abridor?
—En categorías inferiores tuve apariciones como abridor, pero siento que el relevista corto tiene mayor responsabilidad, porque casi siempre viene en situaciones complicadas y no tiene tiempo para recuperarse de un mal momento, ni para cometer errores. Casi estás obligado a ponchar, porque a veces un roletazo o un fly no resuelven.
—Para dominar al contrario no solo se necesita velocidad.
—Tirar duro es importante porque te da ventaja para aprender otros lanzamientos. Yo tiro la slider, el split-finger. Dice mi entrenador Ronny Aguiar que debo mejorar el wind-up. Estoy aprendiendo a dominar el cambio, que no es fácil, porque cuando tienes velocidad piensas, erróneamente, que siempre vas a cruzar a los bateadores y no es así, porque ellos se preparan y ahí es donde viene el batazo. Eso me ha sucedido.
—¿Así te ocurrió el día de tu cumpleaños, cuando Jorge Luis Barcelán te conectó jonrón en el estadio José Ramón Cepero?
—El lanzador está obligado a resolver las situaciones en cada salida, sin embargo, a veces las cosas no salen como uno quiere. Ese día no pude celebrar y me fui temprano a las duchas. Así es el béisbol, aunque te aseguro que los días buenos fueron más que los malos, incluso, creo algo aporté al triunfo del equipo.
Y los números así lo confirman. En 61 apariciones ganó 15 partidos, salvó ocho, ponchó a 65 rivales y le conectaron solo cinco jonrones, con ocho juegos perdidos, guarismos que, sin ser de lujo, en reiteradas ocasiones sacaron las castañas del fuego al mentor Roger Machado, le permitieron salir del anonimato y convertirse de golpe y porrazo en uno de los mayores prospectos del béisbol cubano.
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Juan perez gonzales dijo:
1
20 de mayo de 2015
06:06:57
Francisco Valdés Medina dijo:
2
20 de mayo de 2015
08:39:59
Chairman dijo:
3
20 de mayo de 2015
08:50:54
RUSO dijo:
4
20 de mayo de 2015
09:15:57
WILLIAM dijo:
5
20 de mayo de 2015
18:14:11
Arturo Lopez dijo:
6
20 de mayo de 2015
18:37:36
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