Que las luchadoras de la categoría élite estadounidenses exhiban la tercera posición por países en las últimas tres ediciones mundialistas, es señal de trabajo sólido. Así lo dejaron claro sobre el colchón en el Panamericano juvenil de La Habana, al adueñarse de cuatro de los ocho títulos disputados en la libre femenina.
Cuba (2), Puerto Rico y México (1) secundaron a las norteñas en calidad de otros países capaces de vestirse de oro, con las debutantes Amanda Hernández (44 kg) y Mabelquis Capote (72) en rol de más destacadas.
“Las muchachas desarrollaron 24 combates de los cuales emergieron airosas en 17 como parte de un certamen que tuvo excelente nivel técnico. Para muchas de ellas constituía su debut internacional, de ahí que su rendimiento sobre el colchón se haya comportado a un grado superior en los segundos periodos, luego de vencer esa presión inicial”, explicó el entrenador principal Elio Garraway.
“Justamente la concentración y determinación sobre las acciones en los pleitos decisivos fue un elemento que les pasó factura”, agregó el técnico.
Amanda ganó sus tres combates, uno de ellos por superioridad técnica, apostando a la llave universal y la cruz desde la posición de cuatro puntos. Marcó 26 puntos técnicos y recibió 16, en tanto Mabelquis emergió airosa igualmente en tres actos, incluida la superioridad técnica de 11-0 sobre la canadiense Apiten Smith en la definición del oro. Rápidas fintas, control de brazos y vertiginosos pases atrás fueron sus armas triunfales.
Contrario a lo que muchos presagiaron, las tres principales cartas de nuestra armada, Yudaris Sánchez (67 kg y recientemente campeona continental de mayores), Yusnelis Guzmán (48 y subtitular centrocaribeña en Veracruz 2014) y Lienna de la Caridad Montero (55) quedaron en el camino. Yudaris y Yusnelis merecieron sendos bronces, mientras Lienna cedió 1-3 en los segundos finales de una batalla muy exigente ante Beck Leathers, de Estados Unidos.
A propósito de la justa, Danny Struck mentor principal de las gladiadoras de la nación de las barras y las estrellas, ofreció sus impresiones a Granma: “Este torneo ha sido fantástico, desde la excelente bienvenida hasta la calidad de los combates. Nos hemos sentido como en casa. Sin poseer todos los recursos, las luchadoras cubanas son técnicas y muy fuertes, expresión de un esfuerzo notable, de constancia en los entrenamientos.
“Para nosotros constituyó un buen escenario para calibrar a las adversarias del resto del continente y ganar en condiciones de cara al Mundial Juvenil de Salvador de Bahía, Brasil (agosto próximo). Veníamos con la expectativa de ganar, este es un grupo excelente de muchachas y con ellas la lucha libre femenina de mi país puede confiar en su futuro. Además, nos llevamos un sólido intercambio de experiencia con los cubanos y la amistad fuera de los colchones”, concluyó Struck.
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