
Era una reedición de la final entre vecinos del año pasado, y como entonces en Lisboa, Atlético y Real Madrid decidieron alargar hasta lo indecible el suspense desu eliminatoria los cuartos de final de la Liga de Campeones, firmando un 0-0 en el choque de ida.
De hecho, ciertamente no era fortuito que el Atlético, erguido en torno a la filosofía del Cholo Simeone (“siempre hay que creer”, “ir partido a partido”, o “este equipo es un bloque y nuestra fuerza reside en eso”), desde aquella final no haya caído más ante el Madrid, por más que esta temporada se han cruzado hasta el hartazgo: con cuatro victorias rojiblancas y dos empates en los seis derbis más recientes. Ni tampoco que a lo largo del torneo su estadio se haya vuelto en una suerte de fortín inexpugnable, en el que no ha recibido todavía un gol en contra.
Así que el equipo dirigido por Carlo Ancelotti arrancó el encuentro volcado al ataque, buscando marcar de antemano la teórica ventaja del consabido “gol de visitante”, pero también borrar la pobre imagen que dejó en el Calderón su última visita (4-0). Y con la BBC desatada se adueñó del balón en el primer tiempo y dispuso de las mejores ocasiones. Pero se estrelló contra el esloveno Jan Oblak, que mejor que un portero acabó erigiéndose en última instancia en un muro insalvable para la delantera merengue.

Nada más comenzar el partido, abortó un mano a mano con Bale y aun se encargó de desbaratar luego hasta cuatro ocasiones clarísimas: una falta de Cristiano, otro tiro lejano del galés, un disparo envenenado de James...
Todo un recital del guardameta esloveno, aunque ambos equipos terminaron jugando el partido, como todo derbi al fin y al cabo, a la argentina: con la yugular hinchada y los dientes apretados. El croata Mandzukic, que se batió él solo con todos los defensas del Madrid, acabó con la cabeza rota; Mario Suárez y Marcelo vieron las tarjetas que los dejarán sin vuelta, y el Atleti a fuerza de tesón e innegables dosis de “cholismo” comenzó a ripostarle a su rival, con las incursiones de Arda Turan y Griezmann, que intentaron trasladar el vértigo a la portería de Casillas. Hasta que los dos rivales terminaronexhaustos de tanto corre corre y el partido murió en empate a nada, que es lo que es en definitiva un 0-0.
En el otro match de la jornada, la Juventus de Italia derrotó en casa 1-0 al Mónaco, con un penal convertido por el chileno Arturo Vidal y buscará completar su pase en el principado el próximo miércoles, cuando Atlético y Madrid resolverán la intriga de su duelo en el Bernabéu.

















COMENTAR
mandridista dijo:
1
14 de abril de 2015
21:24:13
Rey dijo:
2
15 de abril de 2015
06:24:01
Sergio dijo:
3
15 de abril de 2015
09:38:28
cajetica dijo:
4
15 de abril de 2015
14:35:48
Tuero dijo:
5
17 de abril de 2015
13:38:41
Aramis dijo:
6
17 de abril de 2015
18:07:07
Responder comentario