ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Lázaro Martínez conjuga potencia con excelentes condiciones físicas en sus ejecuciones. Foto: IAAF

Hay recuerdos gratos… y atletas que na­cen con la estrella de la grandeza. En ese plano podemos situar en el 2014 el título universal juvenil del triplista Lázaro Martínez (nacido el 3 de noviembre de 1997).

Su feudo lo estableció en Eugene, Esta­dos Unidos, desde el mismísimo primer salto. El guantanamero de 1.93 me­tros y 87 kilogramos de peso marcó su territorio: 17.08 metros que en un intento más tarde extendería hasta 17.13. Su cota vino nada más y nada menos que a destronar la de otro cubano: los 17.04 de Yoelbi Quesada, el 19 de septiembre de 1992 en Seúl.

A Quesada, René Hernández (16.50 en Sydney 1996), Arnie David Girat (16.68 en Kingston 2002) y Pedro Pablo Pichardo (16.79 en Barcelona 2012), se unió Martínez en calidad de monarca varonil, condición que entre las damas atesoran Mabel Gay (14.09 en la propia capital de Jamaica) y Dailenys Alcántara (14.25 en Polonia 2008, repetida en Moncton, Canadá 2010, con 14.09).

Puedo asegurarles que 17 abriles y el peso de ser considerado uno de los mayores prospectos universales del campo y pista, no perturban los objetivos de Lázaro, quien asumió con rendimientos estables y naturalidad la Liga de Diamante, además de emerger pla­teado en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz (16.91), aderezos para una temporada de despunte sólido.

—Tras un 2014 relevante, ¿qué te propones para este año?

—Gracias al registro de 17.24 metros conseguido acá en La Habana el pasado año, me extendieron invitaciones a varias paradas de la Liga de Diamante. Fue una experiencia competitiva fuerte. No debía tener presión, pero la presencia de muchos triplistas de nivel siempre influyó sobre los nervios.

“Psicológicamente pensaba en la posibilidad de cometer foul, regalé demasiados centímetros en la tabla, elemento que me persiguió durante el resto de la temporada. Pre­tendo estabilizar rendimientos que oscilen en­tre 17.40-17.50; tengo solo 17 años, pero el 2015 es un año crucial, de Juegos Paname­ri­ca­nos en Toronto, y Mundial en Beijing. Cons­tituiría un sueño asistir a alguno de esos compromisos. Internamente la rivalidad será bien fuerte, porque tanto Pedro Pablo Pichardo (17.76 de registro personal) como Ernesto Revé (17.58) poseen calidad probada”.

—Potencia, técnica… ¿posible combinación ideal?

—Siempre he admirado al británico Jo­nathan Edwards (18.29), a Yoelbi Quesada (17.85) y a Ernesto Revé (17.58). Cada uno tiene características diferentes al saltar pero, en lo personal, me gustaría combinar la velocidad de carrera de Edwards con la técnica depurada del “Chispa” Quesada, y la potencia de Revé.

—¿Qué necesitarías para materiali­zarlo?

—En este minuto dependo de la potencia por encima de la técnica. A medida que adquiera madurez, se irán equilibrando esos indicadores. Dirijo mis sesiones hacia la optimización de la carrera de impulso y el despegue, la transición del brinco al paso, el trabajo con los apoyos y la caída.

MIRADA INCISIVA DEL MENTOR MARCOS JUVENAL
“La esencia del trabajo con Lázaro radica en seguir potenciando sus resultados y es­tabilidad sobre 17 metros, basado en una metodología acorde con su edad, sin quemar etapas.

“Pudimos detectar que estaba regalando muchos centímetros en la tabla y para corregirlo aumentamos el rigor de la preparación física, sobre la búsqueda de grandes intensidades no explotadas aún y el perfeccionamiento del ritmo de su carrera de impulso. La inestabilidad evidenciada en la coordinación es propia de su juventud. De ahí lo crucial que devendrá la evolución en la relación carrera-salto”, explicó el entrenador.

“Lázaro es un triplista sumamente explosivo, con un brinco muy largo (6.80 metros) que cuando logra coordinarlo con el paso, se ven saltos de nivel superior. Ha asimilado con inteligencia cada indicación, y nuestro objetivo competitivo está fijado por encima de 17.30. Salta con 13 pasos de carrera, despega con la pierna derecha y dará batalla en la búsqueda de un boleto a Toronto o Beijing. En este minuto posee la marca exigida por la IAAF —sus 16.91 de Veracruz 2014—, pero solo dos acudirán a los escenarios mencionados, y tanto Pichardo como Revé han dado muestras sólidas de poderío y de mantener la tradición del triple salto cubano”, concluyó Juvenal.

Año 2015… quizá el de la consagración. Lázaro Martínez es considerado mucho más que una promesa. Metros, pinchos, preparación minuciosa y su mente dirán en definitiva. Por ahora, los nueve registros cimeros (17.24-17.13-17.07-17.06-16.91-16.89-16.82-16.76 y 16.63) del ranking del orbe categoría juvenil en el 2014 dan fe de tamaña afirmación.

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LEONARDO ALFONSO MANZANO dijo:

1

20 de marzo de 2015

12:26:02


Sin dudas con esos 17 anos, su imprecionante estatura para esa edad, el dominio tecnico y la velocidad de carrera de impulso, que tiene un papel fundamental en el resultado ya que en el salto triple no hay preparacion para el despegue, hacen que Lazaro tenga un futuro propisorio, estare muy atento a sus resultados, muchos exitos para el y su entrenador, abrazos