ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El habanero Leandro Marcos (al centro) se agenció la novena etapa del giro para regalarle el triunfo a su padre. Foto: Yander Zamora

SANTA CLARA.—La caravana ciclista se deslizó hasta esta ciudad como una salamandra y de su último coletazo, entre el barullo de ciclos y anatomías que embestían la meta, irrumpió Leandro Marcos para ganar la novena etapa de este Clásico Ciclístico Guantánamo-La Habana.

Dicho queda y hecho está. Así saldó el corredor habanero una cuenta pendiente. Antes de arrancar esta vuelta, le había prometido a su padre que le regalaría una gran victoria. Fue este jueves.

Por eso, cuando atravesó la raya final, no hizo lo acostumbrado entre los ganadores: ni tomó agua ni se acicaló el maillot para esperar a los periodistas, sino que se dirigió, raudo y veloz, nuevamente a la meta para abrazar a su progenitor y dedicarle el triunfo. Su padre, Hector Marcos, coincidentemente es el comisario principal de la carrera: Dicho queda y hecho está.

Ciertamente, es complicado atrapar a un tipo al que impulsa la familia (su hermano también es uno de los cronometristas del giro), por eso ningún rival pudo superar a Leandro en el último embalaje. Ni siquiera el guantanamero Onel Santa Clara, que de tanto subir al cajón de premiaciones —con su segundo puesto de ahora, lleva ya cuatro podios— ha terminado por convertirse en uno de esos sprinters familiares. Así era también, por ejemplo, Joel Mariño.

Hasta los últimos 10 kilómetros (de los 92 que deparó el recorrido desde Cienfuegos hasta esta ciudad), la etapa transcurrió con anodina normalidad. Y el pelotón, rápido y marcial a través del llano, apenas otorgó libertades a los hombres que intentaban la fuga, pese al viento en contra. Antes, más bien, parecía jugar con ellos como los leones con las gacelas. Así que el matancero Yordenis Crespo y el villaclareño Agustín Martínez lograron cruzar primeros las metas volantes de Cumanayagua (km 32) y Manicaragua (km 60), respectivamente, pero acabaron siendo absorbidos inmediatamente después por la caravana compacta.

Hasta que llegó un ligero repecho y el santiaguero Arnold Alcolea, con el puñal entre los dientes, saltó al ataque en su afán de seguir luchando al menos por la clasificación de la montaña (igualó en el liderato al granmense Yennier López, con 29 puntos). Y tras su rueda, salió disparado Marcos, ávido como estaba de celebrar por adelantado el Día de los Padres.

Hubo llegada masiva a la meta en el parque Vidal, abarrotado de público por dondequiera que daba la vista, y ganó al sprint el capitalino, precediendo en la llegada al pelotón que traía a los punteros —incluyendo al líder José Mojica—, sin que la clasificación se despeinara.

Este viernes la décima etapa presentará un trayecto larguísimo, con peligro de fuga: 185 kilómetros hasta Cárdenas. Y seguramente tendremos varias pistas más sobre la identidad del campeón, antes de que la contrarreloj individual del sábado nos las dé casi todas.

Resultados de la novena etapa (Cienfuegos-Santa Clara-92 km): 1-Leandro Marcos (La Habana), 2:18:19 horas; 2-Onel Santa Clara (Guantánamo), m.t.; 3-Miguel Valido (Santiago de Cuba), m.t. Clasificación general individual: 1-José Mojica (Artemisa), 24:46:19 horas; 2-Joel Solenzal (Sancti Spíritus), a 1:32 minutos; 3- Yennier López (Granma), a 2:36. Por equipos: 1-Matanzas, 73:05:13 horas; 2-Artemisa, a 16:10 minutos; 3- Sancti Spíritus, a 23:00.

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