La entrada del atletismo cubano en el nuevo milenio estuvo marcada por aquel último estirón dorado de Iván Pedroso, el 8.55 metros materializado in extremis, que estremeció a Sydney en el año 2000, y borró de golpe y porrazo el sueño del ídolo local Jai Taurima (8.49) en el salto de longitud correspondiente a los XXIV Juegos Olímpicos.
Esa imagen, además del cruce de meta del vallista Anier García (13.00 segundos flatt) golpeando su pecho en señal de fe en el triunfo y relegando a los estadounidenses Terrence Trammell (13.16) y Mark Crear (13.22) a la segunda y tercera plazas, por ese orden, han quedado inscritas en el plano de memorables.
Desde entonces a la fecha nuestros exponentes del campo y pista transitaron por los Mundiales de la siguiente manera: quinto lugar en Edmonton, Canadá 2001 (3-1-2), undécimos en París 2003 (1-1-0), cuartos en Helsinki 2005 (3-3-0), novenos en Osaka 2007 (1-2-0), duodécimos en Berlín 2009 (1-4-1), decimoctavos en Daegu 2011 (0-1-3) y vigesimoterceros en Moscú 2013 (0-1-2). Nótese que en las ediciones anteriores a citas bajo los cinco aros (2003, 2007 y 2011) el performance de los antillanos ha sido inferior a las de inicio de ciclo (2001, 2005 y 20013).
Varias cuestiones inciden en ese comportamiento: la primera de ellas asociada a la presencia de todos los “monstruos” de la élite en esos termómetros cruciales. La segunda, relacionada con la tendencia de nuestros atletas a realizar los mejores registros fuera de la justa fundamental de la temporada o lides de rigor supremo, fenómeno que salvo contadas excepciones se manifiesta desde hace varias campañas. En medio de semejante panorama, los eventos de campo han cargado con el peso de la tradición, avalados por 27 de los 30 metales en cuestión, y entre ellos el triple salto lleva la voz cantante gracias a ocho podios.
Justamente de cara a la XV versión de los campeonatos mundiales, la cual se escenificará en el Nido de Pájaro de Beijing del 22 al 30 de agosto, estarán una vez más cifradas las aspiraciones en las pruebas de campo, con la pertiguista Yarisley Silva, quien ostenta 4.90 de marca cúspide y se agenció bronce en la cita moscovita (4.82), las discóbolas Denia Caballero y Yaimé Pérez, y los triplistas Pedro Pablo Pichardo (17.76), Ernesto Revé (17.58) y Lázaro Martínez (17.24) en rol de posibles bujías. Cabe destacar que solo dos podrán inscribirse en la cita del gigante asiático, con Pichardo aún pendiente de hacer el grado.
Roberto Skyers (20.47 segundos) y Reynier Mena (20.50) en los 200 metros, Raydel Acea (45.36) y Lisneidys Inés Veitía (51.72) en la vuelta al óvalo, Andy González (1:45.73 minutos) y Rose Mary Almanza (2:00.59) en los 800, Yordan O’Farrill (13.46 segundos) en 110 c/v, Yaniuvis López (17.88) en la impulsión de la bala, Denia Caballero (64.47) y Yaimé Pérez (62.42) en el lanzamiento del disco, la maratonista Dailín Belmonte (2:42.01 horas), además del 4x400 masculino (quinto del orbe con 3:00.61) constituyen hasta este minuto el resto de los que cuentan con boleto seguro.
Otros que presuntamente acuñarán su presencia serán el discóbolo Jorge Fernández (66.50 metros) y la heptatlonista Yorgelis Rodríguez (6 231 puntos). En definitiva, todos o buena parte de los inscritos buscará acceder a la final de sus respectivas pruebas, con el afán de mejorar las 32 unidades y el escaño 14 patentados en Moscú, gracias al esfuerzo de siete finalistas.
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Héctor dijo:
1
8 de enero de 2015
23:10:44
josé dijo:
2
9 de enero de 2015
03:57:52
pABg0nZ dijo:
3
9 de enero de 2015
12:35:27
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