
Todavía quedan por definir los últimos clasificados a la segunda ronda de la 54 Serie Nacional de Béisbol, y el debate al respecto se prolongará unos días adicionales tras el fin del calendario oficial, pues justo los partidos suspendidos darán el veredicto sobre los ocho grandes de la actual contienda.
Pero les propongo apartarnos de esa polémica por un instante y enfocarnos en el fondo de la tabla de posiciones, oscuro rincón que ocupan Mayabeque, Camagüey, Cienfuegos y Guantánamo, novenas con un potencial limitado desde el inicio de temporada, por mucho que algunos se empeñaron en decir lo contrario.
Realmente, parecía utópico que esos conjuntos escalaran hasta los puestos privilegiados, pero un grupo importante de especialistas difundió las opciones reales de clasificación de agramontinos y guantanameros o, en su efecto, la probable sorpresa de los Huracanes mayabequenses o los Elefantes sureños, ambas ideas con muy pocas posibilidades de concretarse.
Cierto que en algún momento valoramos el eventual avance de los Indios del Guaso, motivado por su paso triunfal en los dos tercios iniciales de la lid, pero luego la escuadra más oriental claudicó con un cierre de campaña para el olvido.
En cambio, los otros tres equipos, más allá de que lucharon en cada salida al diamante por imponerse, jamás lograron enrumbar su trayectoria y miraron siempre desde el sótano. Llegados a este punto, ¿podemos decir entonces que en algún momento tuvieron opciones reales de entrar en el grupo de los mejores del país?
Mi respuesta a esa interrogante ha sido la misma todo el tiempo, un tajante “no”, el cual sostendré incluso para la próxima temporada, amparado en la realidad que viven los elencos de cada una de las provincias mencionadas.
EL PORQUÉ DEL ASUNTO
No es un mero capricho decir que Mayabeque, Camagüey, Cienfuegos y Guantánamo no tenían posibilidades de clasificarse y que ostentarán muy pocas en el venidero curso. Tampoco se trata de una afrenta personal con territorios que han aportado peloteros a la selección nacional y han animado las postemporadas, salvo el caso de los Huracanes, quienes comenzaron su andadura hace solo tres años.
Desde mi punto de vista, no se puede desarrollar el potencial con que cuentan dichas novenas en unos meses, ese es un trabajo que requiere de mucho más tiempo, no solo de entrenamiento, sino también de juego y acople.
Los más conscientes del asunto son los propios managers, enfrascados en la ardua labor de conformar un plantel que tenga continuidad y no sufra demasiadas bajas en el futuro, detalle que en buena medida ha sido el principal motivo de sus caídas.
El timonel de los Toros agramontinos, Esteban Lombillo, por ejemplo, no dudó en expresar a Granma que labora con miras al futuro, un trabajo a mediano plazo que conlleva paciencia, la única vía para suplir la falta de jugadores importantes y de muchas perspectivas como Lednier Ricardo, Dairon Varona y Dariel Álvarez, por solo mencionar algunos de los que ya no están con el equipo.
Por su parte, Jorge Concepción, al frente de los Elefantes cienfuegueros, dijo que, tras la renovación forzada de prácticamente todo el elenco, salen a ganar, pero que su proyección estratégica se enfocó en empezar desde cero y darle juego a más de 40 peloteros a fin de que tomen el pulso a la máxima categoría.
“No hay presión de resultados, sino de trabajo y disciplina para devolver a la provincia a los lugares que obtuvo en el pasado cercano”, señaló el mentor sureño.
No mucho difiere la situación de Guantánamo, que tuvo que apostar por un comité (varios jugadores alternan en una misma posición) en la receptoría y casi todos los rincones del infield, cuestión lógica si tenemos en cuenta que perdieron por diversas razones a Roberto Borrero (máscara titular en la última década), Yoennis Southerán, Yoilán Cerce, Dainer Moreira y Vismay Santos, estos últimos fijos en el cuadro.
Jorge Rubén Prevot, director de la selección, confesó a Granma que su plan es ir juego a juego, y formar una escuadra competitiva tras la renovación, con el apremio de consolidar talentos como Julio Pablo Martínez y Luis Manuel Periche.
Visto tal panorama me inclino a pensar, con meses de antelación y a riesgo de un improbable cambio radical de los acontecimientos, que estas provincias no serán aspirantes de consideración hasta tanto logren estabilizar sus conjuntos y afianzar un estilo de juego.
Sostengo dicha postura con el firme objetivo de no crear falsas expectativas entre sus seguidores, pues eso no es más que el comienzo de formar una opinión errónea en los aficionados, hecho que debemos evitar a toda costa todos los periodistas que de una forma u otra, en cualquier medio, cubrimos el pasatiempo nacional.
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pedro dijo:
1
19 de diciembre de 2014
08:44:36
GJ dijo:
2
19 de diciembre de 2014
11:22:51
Gaspar dijo:
3
19 de diciembre de 2014
15:49:01
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