La Incógnita de los Tigres

CIEGO DE ÁVILA.—Roger Machado, el mentor de los Tigres avileños, no se cansa de repetir a todos los vientos que le convino la parada de la presente Serie Nacional de Béisbol.

Y es justo que lo diga. En el momento del “descanso”, el conjunto bajo su mando anclaba en el cuarto lugar entre todos los que participan en la actual temporada, con la agravante de que sus perseguidores andaban —y andan— pisándole los talones, en tanto tres de sus pilares no se hallaban a plenitud: el artillero Yorelvis Charles, el de más alto average (383) en el equipo, lesionado; el derecho Osmar Carrero, con dolencias en el hombro de lanzar; y Raúl González, tercero en la tanda, en una baja ofensiva (270 de average, siete impulsadas, y sin inaugurar el casillero de los cuadrangulares).

Tanta fue la preocupación, que el timonel de los Tigres no pocas veces se vio obligado a tomar decisiones emergentes para salir airoso en 18 de los 32 compromisos celebrados. Agravante mayor es que, por ahora, Machado se verá imposibilitado de emplear al supersónico Vladimir García, no repuesto totalmente de su lesión.

Ante tal disyuntiva, el primer abridor será Yander Guevara (dos victorias, tres derrotas y 3.99 de efectividad), seguido por Dachel Duquesne (2-4 y 4.69 PCL) y Osmar (2-1 y 3.38 PCL), recuperado ya, al decir del propio pelotero y de Ronny Aguiar, entrenador de pitcheo del conjunto.

El joven Yunier Cano, revelación del pitcheo avileño, no tiene deudas con la afición según sus números: balance de 4-2, efectividad de 0,86 y por demás poseedor de una recta poderosa.

La afición exige y para ello se prepararon en el “descanso”, con más de una docena de juegos efectuados ante Sancti Spíritus, Villa Clara y Camagüey, y una cifra superior entre los integrantes del propio equipo, en lo fundamental, para limar los errores cometidos hasta el momento.

Yorbis Borroto, torpedero de basta experiencia, aseguró a Granma que la segunda parte será superior a la primera. “Hemos entrenado bien. Queremos la clasificación entre los ocho y después veremos qué pasará”. Esa será la incógnita a responder sobre el terreno.