ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Garzón (izquierda) en uno de sus combates con el turco Ramazan Sahin. Foto: FILA

Pareciera como si no se hubiese ausentado casi dos años de los colchones. Ni siquiera en los entrenamientos del Cerro Pelado Geandry Garzón es un luchador fácil.

Cargado de experiencia tras 21 años de intenso llavear, y con recursos técnicos en la libre, el santiaguero nacido el 5 de noviembre de 1983 se ha mantenido “intocable” desde que ganó la Gala de Campeones el pasado diciembre. Centrado como nunca en la cita de Río de Janeiro 2016, y sin perder un ápice de las virtudes que le merecieron cuatro preseas mundiales, Garzón tiene como aspiración el podio olímpico:

—¿Por qué la lucha y no otro deporte?

—Como casi todo niño mi primera pasión fue la pelota. Sucede que mi hermano mayor Yoandry practicó lucha antes y eso me motivó. Comencé con el entrenador Justo Gar­mury, y de mi andar por los Juegos Escolares saqué tres títulos, una plata y un bronce, por cierto, ese último año escolar, el ganador del oro fue Liván López.

—¿Ha dejado buenas mieles esa rivalidad?

—Coincidimos desde el 2000 en el equipo nacional. Hemos tenido combates cerrados, es un contrario impredecible, ese crecimiento juntos nos ha convertido en luchadores completos.

—Principal virtud, momento cumbre y rival de mayor cuidado.

—Técnicamente, meter el brazo y botar por el lado a los rivales (movimiento similar al Koguchi del judo) es mi arma más eficaz. El bronce del Mundial en Guangzhou 2006, mi recuerdo más grato; me habían operado de la rodilla y, además, enfrenté un sorteo muy duro: seis combates por el sistema de repesca, con poco tiempo de recuperación. El turco Ra­mazan Sahin ha sido el contrario más difícil, me ha derrotado tres veces.

—El olimpo esquivo, la sanción y el retorno.

—Solo he asistido a Beijing 2008, pues en Londres cumplía una sanción por indisciplina. A China llegamos con mucho tiempo de antelación, me costó mantener el peso y eso me restó fuerzas, sin contar que en octavos de final el turco se me atravesó. La Copa del Mundo de Teherán 2011 fue mi momento más decepcionante, pues los especialistas consideraron que debí esforzarme más en el combate del match por el pase a discutir medallas. Nunca pensé estar dos años fuera por sanción, hasta que el profesor Julio Mendieta me preguntó qué haría con mi futuro. Entrené tres meses con las muchachas, para buscar adaptación y base hasta el término de la sanción, por ello me sentí tenso en el primer combate de la Gala 2013 con Franklin Marén. Justo ahí comprobé que mantenía mis condiciones.

—Objetivo en Río 2016.

—Pienso ir por pasos, el primero será el Mundial de Uzbekistán, del 12 al 18 de septiembre, al que acudiré en los 70 kg (pesa 74). Soy un atleta de fibra y poca grasa, y por estrategia del colectivo cerraré el año en esa división. En el 2015 buscaré la clasificación olímpica y la medalla tan ansiada en 65 kg, un objetivo posible pues intento aprovechar al máximo cada sesión. Solo regresando con un metal en mi pecho les responderé a quienes confiaron en mí, especialmente el profesor Mendieta.

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Javier Hernandez dijo:

1

18 de junio de 2014

20:23:37


Uno de los mejores luchadores a nivel mundial, junto con Reinieris Salas.. Espero que la suerte los acompane y puedan llevarse esa medalla de oro olimpica que tanto se merecen.