
Viernes 30 de agosto de 1974. Dos hombres discuten golpe a golpe el título de los 71 kilogramos en el Primer Campeonato Mundial de Boxeo, en la Ciudad Deportiva capitalina. Ambos con un estilo similar, peleando en la larga y la media distancias, sin dar tregua. Al final el vencedor fue el cubano Rolando Garbey, ganador de una de las cinco medallas de oro de Cuba en esa justa.
El venezolano Alfredo Lemus, su rival, recuerda casi minuto a minuto aquella pelea a pesar de haber transcurrido cerca de 40 años. “El primer asalto fue de él, pero después arrecié mi ritmo y pensé que había ganado los dos últimos. Los jueces demoraron más de lo acostumbrado en anunciar el veredicto. Resultó una de las mejores peleas de mi vida, Garbey era un estelar de la cabeza a los pies, ya me había ganado por un punto en un torneo efectuado en Dominicana”, afirma Lemus.
Ahora sigue metido entre las cuerdas, pero esta vez como director técnico de la escuadra venezolana que asiste con 18 peleadores al 44 Córdova Cardín, en el Coliseo capitalino.
—¿Por qué trajeron a tantos púgiles?
—Este torneo nos sirve como excelente preparación para la eliminatoria que tendrá lugar en Colombia y luego para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz. El boxeo en Venezuela ha ido avanzando poco a poco, ya tenemos un subcampeón mundial, Alfredo Blanco, mi sueño es que ganemos una presea en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, para emular la hazaña del “Morocho” Rodríguez, titular olímpico en México-68, explica el mentor.
Lemus, nacido en Sucre, estado de Cumanas, no pone reparos en afirmar que el boxeo cubano es el mejor del mundo: “no solo por las victorias sino por el estilo de pelea, priorizando la defensa —ahora más porque ya no hay cabecera—, y siempre muy bien preparados. He perdido la cuenta de cuántas veces he viajado a Cuba, no me pierdo un Cardín. En enero entraremos en la Serie Mundial y tenemos la intención de solicitarles a los cubanos tres peleadores en las divisiones de 81, 91 y más de 91, pesos en los cuales no tenemos figuras de calidad”.
Casi al finalizar el diálogo, y sin preguntarle, el exsubtitular mundial de los 71 kilogramos habla sobre el presidente Hugo Chávez: “fue lo máximo, un padre para nuestro deporte. Nos apoyó en todo, mejoró las condiciones de vida de miles de deportistas pues muchos vivían en la pobreza. Tuve la oportunidad de estrecharle la mano y hablar con él, siempre campechano. Ojalá estuviera todavía con nosotros”.
COMENTAR
Jose Rangel dijo:
1
21 de marzo de 2015
22:32:25
Responder comentario