Definitivamente Cuba se jugará todas sus cartas de triunfo en el adiós del Mundial bajo techo de atletismo, con asiento en Sopot, Polonia, luego de que la triplista Yarianna Martínez no pudiera pasar del séptimo puesto con discreto 13.99 metros.
Fue su registro bastante inferior a los 14.39 que le merecieron el pasaje a la cita. De haberlos igualado hubiese pugnado por el bronce con la jamaicana Kimberly Williams, quien dicho sea de paso realizó su mejor salto de la presente campaña. El oro y la plata quedaron reservados por apenas un centímetro de diferencia para la rusa Ekaterina Koneva (14.46) y la ucraniana Olha Saladuha (14.45), en tanto la secuencia de Yarianna fue la siguiente: (13.90- 13.88- 13.90- 13.99- X- 13.66).

Una de cal y otra de arena fue el saldo de los vallistas cortos Johannis Portilla y Yordan O’Farrill. El primero apostó a tope personal de 7.74 segundos para engancharse en el último vagón semifinalista, mientras su coequipero, as universal juvenil de Barcelona 2012 se quedó con las ganas (7.75) y aún debe demostrar su valía entre la elite. La clasificatoria fue liderada por el británico Andrew Pozzi y los franceses Garfield Darien y Pascal Martinot-Lagarde, los tres con idénticos 7.56.
En el plano de las sorpresas quedó la derrota de la australiana Sally Pearson en el propio segmento. Luego de estampar impresionantes 7.79 líderes anuales en preliminares, no supo mantener el octanaje en la final (7.85) y cayó por una nariz ante la estadounidense Nia Ali (7.80). El bronce quedó en poder e la británica Tiffany Porter (7.86).
Refrendar la condición de número uno del planeta siempre resulta gratificante. Ceñido a esa máxima Ashton Eaton (EUA), si bien no superó su plusmarca de 6 645 conseguida en Estambul 2012 dominó holgadamente el heptatlón esta vez amparado en 6 632 unidades inalcanzables para el bielorruso Andrei Krauchanka (6 303) y el belga Thomas van der Plaetsen (6 259) en ambos casos topes personales y de sus naciones.
El resto de los cetros de la jornada sabatina quedaron en poder de Francena Mccorory (EUA-51.12 segundos) y el checo Pavel Maslák (45.24) en los 400 metros, la sueca Areba Aregawi en los 1 500 (4:00.61), la extraclase balista neocelandesa Valerie Adams (20.67), el brasileño Mauro Vinicius Da Silva (8.28 metros en longitud), la rusa María Kuchina (2.00-altura), el griego Konstadínos Filippídis (5.80-pértiga) y el británico Richard Kilty en los 60 metros lisos, la prueba reina con cota individual de 6.49 segundos.

De vuelta a nuestros representantes y la hora de la verdad dominical se mantienen las mayores opciones en la definición del triple salto, luego de que sin mucho desgaste Pedro Pablo Pichardo (16.82 metros) y Ernesto Revé (16.55) se clasificaran en respectivos segundo y cuarto escaños de una relación comandada por el rumano Marian Oprea (17.02). "Estuve algo reservado, dos saltos despegando desde la goma, pero bien, optimista para mañana, y tomado el pulso a la pista, muy buena por cierto", afirmó vía electrónica el chico de las cuatro P, mientras su compañero Revé ahondó: "No nos exigimos mucho, la esencia era clasificar, mañana si hay que dejar el alma en el tanque."
La otra opción sólida de escalar al podio de premiaciones se concentra en la pertiguista Yarisley Silva, quien necesita superar el séptimo puesto de la cita turca hace par de años. Sexta en el orden de salida, la pinareña de 26 años tendrá férrea oposición de las otras 11 inscritas, especialmente la anfitriona Anna Rogowska (4.76), la estadounidense Jennifer Suhr (4.73), la británica Holly Bleadsdale (4.73) y la germana Silke Spiegelburg (4.72).
Menores opciones deberá tener Portilla, a quien ni siquiera le doy mi voto como posible finalista, no tratándose de su estreno a ese nivel. Para lograrlo necesitaría coquetear con 7.60, crono que me parece aún inaccesible para él.


                        
                        
                        
                    














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