Casi 60 años ha estado frente al aula el profesor Roberto Pellón Montalvo, distinguido con el Premio Nacional de Enseñanza Artística 2020, el cual recibió en el Aula Magna del Instituto Superior de Arte (ISA). Con gran cariño, Pellón Montalvo guarda también en su corazón el título de Profesor de Mérito del ISA, que en el 2011 recibió por sus años de esfuerzo como educador.
A propósito del más reciente lauro, que le fuera otorgado, Granma intercambió con este prestigioso docente, quien también atesora una destacada vida de lucha revolucionaria. «Soy, definitivamente, un afortunado que, para colmo de su satisfacción, ahora recibe un premio por lo que ha hecho con la mayor motivación toda su vida, dar clases de Filosofía. La verdad es que estoy tan felizmente sorprendido como agradecido, realmente no lo esperaba», comenta.
«Lo que he hecho siempre es cumplir dignamente mi deber. Sócrates decía: “Una vida sin filosofía no merece la pena de ser vivida”, figúrese la fortuna que significa haber enseñado precisamente esta disciplina, que no es otra cosa que haber filosofado con los jóvenes, con cientos de ellos, muchos de los cuales son hoy importantes artistas cubanos, glorias de nuestra cultura nacional. A ellos prácticamente dediqué mi vida. A todos los voy a extrañar muchísimo. Los estudiantes de arte son excelentes interlocutores en materia de filosofía, tienen muchas preocupaciones de esa índole, son muy sensibles, inteligentes y creativos. Poder aportar a su formación integral y, a la vez, aprender de ellos, ha constituido una gran responsabilidad y también una gran oportunidad para mí».
Fundador del Sistema Nacional de Enseñanza Artística concebido por Fidel, como profesor, primero de la Escuela de Instructores de Arte, después de la Escuela Nacional de Arte y, por último, del isa, hoy Universidad de las Artes, el entrevistado no se arrepintió jamás de haber dejado la profesión de abogado, la cual ya ejercía antes del 59, luego de haberse graduado en Derecho en la Universidad de La Habana, para irse a dar clases en las escuelas de arte como profesor de Filosofía, ante el llamado que hiciera nuestro Comandante en Jefe a los profesionales, al principio del triunfo de la Revolución, a trabajar en este tipo de enseñanza.
«Conocí a Fidel el 28 de enero de 1953, durante la realización de la Marcha de las Antorchas organizada por la feu; él se había incorporado a la actividad al frente de un grupo. Entonces ya había egresado de la universidad, de modo que en los años en que yo participé en el movimiento estudiantil y fui miembro del Directorio 13 de marzo, no tuve apenas contacto con él, pero ya comenzaba a conocer sus ideas y su capacidad de liderazgo. En aquella época no podía imaginar que, luego, sería yo fundador del Sistema Nacional de Enseñanza Artística concebido por él.
«Ya desde mis años en la universidad yo tenía inclinaciones hacia la cultura. Ello viene desde mi implicación en las acciones que organizaba la FEU, particularmente en las dirigidas a introducir en la universidad la obra artística de importantes figuras nacionales y foráneas que se oponían al régimen entonces imperante. Ello, seguramente, fomentó mi acercamiento al mundo del arte.
«Al final creo que fueron tres los factores que en mis años de estudiante universitario influenciaron en mi posterior decisión de irme por el camino de la docencia: la admiración por el magisterio, el interés en la filosofía, y la sensibilidad artística».
Sobre sus estudiantes, fuentes de inspiración, los que en realidad alimentaron espiritualmente su vida y su trabajo a lo largo de todos estos años, refiere: «El cariño y consideración de todos ellos ha sido para mí muy gratificante».
Con más de 90 años, Roberto Pellón Montalvo ha tomado la decisión de jubilarse, consciente de lo que significa para él. «Ya no impartiré docencia, pero continuaré repasando antiguas lecturas, meditando e intercambiando sobre los temas de siempre, los de la estética, la moral, la política, siempre desde la filosofía. Es verdad que los años arrugan la piel, pero perder el entusiasmo arruga el corazón. Yo aún mantengo el mío, y mientras tenga fuerzas y la mente me acompañe, seguiré luchando por la vida».












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Laura Roque Aguilera dijo:
1
9 de septiembre de 2020
23:36:50
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