Ya desde los años 50 el entonces presidente de EE. UU., Dwight D. Eisenhower, decía: «La guerra psicológica es la lucha por ganar las mentes y las voluntades de los hombres». Por su parte, el general Douglas MacArthur, planteaba: «Una guerra no se puede sostener sin el apoyo de la opinión pública, la cual es tremendamente moldeable por la prensa y otras formas de propaganda»; y el primer director de la cia, Allen Welsh Dulles, refería: «El objetivo final de la estrategia a escala planetaria es derrotar, en el terreno de las ideas, a las alternativas a nuestro dominio mediante el deslumbramiento y la persuasión, la manipulación del inconsciente».
Menciono todo lo anterior para que el lector comprenda que el término Guerra cognitiva, puesto de moda en los últimos meses, es solo un recurso sacado del armario y modernizado un poco.
La Guerra cognitiva es un tipo de guerra que trata sobre cómo piensa el enemigo, cómo funciona su mente, cómo ve el mundo y cómo desarrolla su pensamiento conceptual.
Se trata también de explotar, degradar o destruir la forma en que construye su propia realidad, su autoconfianza mental, su confianza en los procesos y enfoques necesarios para el funcionamiento eficiente de grupos, sociedades o incluso naciones.
Una definición reciente, de diciembre de 2019, de El Belfer Center, de Harvard, calificó la Guerra cognitiva como: «una estrategia que se enfoca en alterar cómo piensa una población objetivo y, a través de eso, cómo actúa».
Se puede considerar que la Guerra cognitiva, en esencia, tiene el mismo objetivo que cualquier tipo de guerra. Como afirmaba Carl von Clausewitz: «La guerra [es un] acto de fuerza para obligar a nuestro enemigo a hacer nuestra voluntad».
La Guerra cognitiva no opera principalmente en un ámbito físico (tierra, agua, aire, espacio y ciberespacio). Por lo tanto, no utiliza una fuerza física para obligar a sus enemigos.
Culmino con José Martí cuando nos alertaba: «A un plan obedece nuestro enemigo: el de enconarnos, dispersarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos, burlarlo, hacer por fin nuestra patria libre. Plan contra plan. Sin plan de resistencia no se puede vencer un plan de ataque».
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Augusto Mena dijo:
1
1 de junio de 2023
08:48:35
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