La computación en la Niebla es una infraestructura de computación descentralizada en la que los datos, el cómputo, el almacenamiento y las aplicaciones están distribuidos en el lugar más lógico y eficiente entre la fuente de datos y la Nube; se trata de extender los servicios de la computación en la Nube y al borde de la red y de esta forma acercar las ventajas y el poder de la Nube al lugar donde se crean los datos y se interactúa con ellos.
El objetivo de la Niebla es mejorar la eficiencia y reducir la cantidad de datos transportados a la Nube para su procesamiento, análisis y almacenamiento. Eso a menudo se hace para mejorar la eficiencia, aunque también puede ser utilizado por razones de seguridad. Aunque los dispositivos de borde de la red y los sensores se encuentran, donde se generan y recopilan los datos, ellos no tienen los recursos de cómputo y almacenamiento necesarios para realizar tareas avanzadas de análisis y aprendizaje automático.
Los servidores en la Nube tienen el poder de hacerlo, pero normalmente se encuentran lejos para procesar los datos y responder de manera oportuna.
Además, teniendo todos los puntos finales conectados que envían datos en bruto a la Nube, a través de internet, tiene implicaciones para la privacidad, la seguridad y la legalidad, especialmente cuando se trata de datos sensibles sujetos a regulaciones. Se debe tener en cuenta que las redes en la Niebla complementan, no reemplazan, a la computación en la Nube; la Niebla permite análisis a corto plazo en el borde, y la Nube realiza análisis a largo plazo, que requiere muchos recursos.
Algunas de las aplicaciones fundamentales de la computación en la Niebla se encuentran en: autos conectados, análisis en tiempo real y ciudades y redes inteligentes. En Cuba, la empresa Cupet ha desarrollado proyectos en la Niebla.
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