Las redes de segunda generación, 2G, se diseñaron fundamentalmente para la transmisión de voz. Su objetivo no era transmitir datos, por lo que el flujo de estos por el canal era lento. Cuando las expectativas generadas entre los usuarios ya no eran satisfechas se crearon las condiciones para el siguiente paso.
El término 3G se corresponde con la tercera generación de transmisión de voz y datos a través de telefonía móvil mediante UMTS (Universal Mobile Telecommunications System o servicio universal de telecomunicaciones móviles). Los servicios asociados con la 3G permiten transferir voz y datos (tales como: descarga de programas, intercambio de correos electrónicos, y mensajería instantánea).
A finales del año 2008 se lanzó el estándar HSPA+, el que fue adoptado a nivel mundial en 2010. Ese estándar permitía una velocidad de 337 megabits por segundo en el enlace descendente (bajada) y 34 megabits por segundo en el enlace ascendente (subida). También debe señalarse que las redes 3G ofrecen un mayor grado de seguridad en comparación con sus antecesoras.
Las ventajas fundamentales de estas redes radican en que la transmisión de voz se realiza con una calidad equiparable a la de las redes fijas y una mayor velocidad de conexión, ante caídas de la señal.
Como principal desventaja destaca: la aparición del efecto conocido como «respiración celular», según el cual, al aumentar la carga de tráfico en una celda, se disminuye la potencia de su emisión, o lo que es lo mismo, se reduce el alcance de cobertura de la celda, pudiéndose generar zonas de «sombra» (sin cobertura) entre celdas adyacentes.
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laritza suarez perdomo dijo:
1
27 de marzo de 2019
08:03:43
Andrews dijo:
2
27 de marzo de 2019
10:18:47
Joel Sotomayor Pérez dijo:
3
27 de marzo de 2019
11:12:50
Adis Suárez Rosales dijo:
4
27 de marzo de 2019
12:06:11
yanet dijo:
5
23 de abril de 2019
09:52:43
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