
La palabra “celulitis” es un término equivocado que empleamos generalmente para referirnos a ciertas obesidades o adiposidades localizadas en determinadas zonas del organismo. Es un vocablo inexacto puesto que la entidad clínica a la que nos referimos no lleva implícita la existencia de ningún proceso inflamatorio. En Cuba, en el campo médico, las denominamos lipodistrofias.
Con esta aclaración inicia la entrevista el doctor Mario Lozada Chinea, especialista de primer grado en Cirugía Plástica y Caumatología (Quemados), Profesor Asistente, Máster en Enfermedades Infecciosas y jefe de Servicio de Cirugía Plástica y Caumatología del Hospital Universitario Calixto García.
—¿Existe en la actualidad consenso científico en cuanto a las causas que la originan?
—Es bien conocido que la celulitis es un proceso multifactorial y raramente hay un único motivo al que podamos responsabilizar totalmente de que esta aparezca. Sabemos y podemos precisar una serie de factores predisponentes y que estadísticamente se asocian con su presencia: factores endocrinos (principalmente fluctuaciones hormonales), enzimáticos (alteraciones de las enzimas que participan en el metabolismo de las grasas), psicosomáticos (ansiedad, estrés), genéticos (antecedentes familiares), dietéticos (sobrealimentación, obesidad, hábitos toxico-dietéticos como comidas chatarra, abuso de picantes y condimentos, tabaco, alcohol), mecánicos (alteraciones ortostáticas como pies planos, problemas de columna y rodillas, compresiones mecánicas como las producidas por ropas ajustadas, estatismo propio de algunas profesiones que exigen largos periodos de pie), vasculares (alteraciones fundamentalmente en la microcirculación).
—¿Afecta al sexo femenino y al masculino y a todas las etnias?
—Afecta mayormente al sexo femenino. Parece evidente que existe una relación entre la aparición de la celulitis y las fluctuaciones hormonales a que se ve sometida la mujer a lo largo de su desarrollo. Es significativo que aparezca este trastorno coincidiendo con los cambios hormonales fisiológicos de la mujer (pubertad, embarazo, posparto, menopausia). Además, numerosos estudios hormonales certifican que tanto los estrógenos como la progesterona (ambas hormonas típicamente femeninas) tienen un efecto directo sobre el tejido graso. Se describe por muchos autores que aqueja mayormente a personas de la raza blanca y se plantea que afecta al 94 % de la población mundial.
—¿Es ciencia constituida que luego de la aparición de las píldoras anticonceptivas se produjo un incremento de esta dolencia en las mujeres?
—Desde luego, y como te mencioné, las píldoras anticonceptivas contribuyen a las fluctuaciones hormonales, pues no son más que estrógeno y progesterona.
—¿Tiene la celulitis mayor incidencia en las personas “pasadas de peso” que en las delgadas? En general, ¿cuál es su relación con la obesidad?
—Positivamente, la relación entre sobrealimentación, obesidad y celulitis es algo evidente. Pero al relacionar dieta y celulitis debemos concentrarnos más en la calidad de la alimentación que en su cantidad.
—¿Valora que la vida sedentaria es la gran responsable de la aparición de este trastorno?
—No podemos hablar de “gran responsable” cuando tratamos de un problema de salud multifactorial, es decir, donde intervienen más de una causa en su aparición. Pero es evidente que la causa fundamental es un trastorno en la microcirculación, y la falta de ejercicios físicos agravaría más el problema.
—¿Cómo se establece el diagnóstico?
—El diagnóstico de la celulitis no reviste ninguna complicación, es básicamente un diagnóstico clínico, apoyado en los antecedentes familiares, el interrogatorio al paciente y el examen físico. Si nos fijamos en el aspecto de la piel, la palpamos y pellizcamos suavemente, nos cercioraremos de la presencia de las placas celulíticas. La piel aparece con una serie de irregularidades como depresiones que constituyen la clásica “piel de naranja”.
—¿Tiene tratamiento específico? ¿En qué consiste?
—El tratamiento se basa en estos pilares fundamentales: medidas higieno-dietéticas (alimentación, relajación y tranquilidad, ejercicio físico, fisioterapia y fitoterapia); cremas anticelulíticas; mesoterapia (técnica de inyectar sustancias que disuelven la grasa corporal) y la cirugía.
—Quisiera dedicar punto y aparte a los resultados de la liposucción, es decir, la extracción quirúrgica del exceso de grasa debajo de la piel.
—Diríamos que no todas las celulitis son operables y que el buen criterio y oficio del profesional debe imperar a la hora de seleccionar a las pacientes candidatas a la intervención en base a una mínima garantía de éxito y a una minimización de los riesgos operatorios. Brindarle una información completa a la paciente sobre las características de la intervención y el posoperatorio, es fundamental para un éxito completo.









COMENTAR
YAYA dijo:
1
27 de abril de 2015
13:21:01
pupu dijo:
2
27 de abril de 2015
15:56:16
Loqueando dijo:
3
28 de abril de 2015
09:33:25
yuniel santos dijo:
4
29 de abril de 2015
16:14:43
ivan P Lopez Respondió:
30 de septiembre de 2016
15:51:05
EMILIO OSORIO SANCHEZ dijo:
5
3 de mayo de 2015
09:23:02
EMILIO OSORIO SANCHEZ dijo:
6
3 de mayo de 2015
09:24:28
mary dijo:
7
21 de mayo de 2015
14:55:59
Evelin dijo:
8
22 de mayo de 2015
10:10:35
Aries dijo:
9
11 de junio de 2015
10:44:03
Yamy dijo:
10
26 de noviembre de 2015
11:22:02
ivan P Lopez dijo:
11
30 de septiembre de 2016
15:49:01
ariamna dijo:
12
1 de febrero de 2017
15:31:45
Responder comentario