
La gingivitis es un proceso inmunoinflamatorio crónico que puede afectar la encía de niños, jóvenes y adultos, y se caracteriza porque las encías sangran de forma espontánea al cepillado o al más leve estímulo, variando el color normal de la encía, que es rosado pálido, hacia el rosado intenso, rojo brillante o rojo negruzco, en dependencia del tiempo de evolución.
Cuando ello ocurre estamos en presencia de una de las enfermedades que se presentan en los tejidos periodontales (alrededor del diente), en este caso de la encía o gingiva. De ahí se deriva su nombre.
Con estos comentarios inicia la entrevista la doctora Gladys Rodríguez Méndez, especialista de segundo grado en Periodontología, Profesora Titular y Consultante del Departamento de Periodoncia de la Facultad de Estomatología de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.
—¿Esa inflamación y sangramiento de las encías podría ser también consecuencia de alguna otra afección médica?
—La inflamación y el sangramiento gingival también pueden ser el resultado de manifestaciones bucales de enfermedades sistémicas como la hemofilia, la leucemia, el dengue hemorrágico, la infección por el VIH, el uso de algunos medicamentos.
—¿Es común la gingivitis? ¿A qué edades suele presentarse?
—Sí, es frecuente y puede aparecer desde la niñez, incrementándose su presencia en la adolescencia y, de no ser tratada a tiempo, persistir en el adulto.
—¿Cuáles son las causas que la originan?
—La afección gingival se encuentra dentro de las enfermedades infecciosas más comunes del ser humano. Las bacterias que provienen de la flora bucal, al adherirse firmemente a la superficie dentaria, se relacionan con su origen y evolución.
—¿Y en cuanto a la existencia de factores de riesgo?
—La placa dentobacteriana y los microorganismos que se alojan en el surco gingival constituyen el factor de riesgo fundamental de la gingivitis crónica, como resultado de un hábito incorrecto de higiene bucal. También la diabetes mellitus, el tabaquismo y el estrés, a los que recientemente se ha agregado el factor genético.
—¿Qué consecuencias puede acarrear a corto y a más largo plazo?
—La gingivitis, por lo general, puede curarse con tratamientos sencillos que no dejan secuelas, pero de no ser tratada puede profundizar los tejidos de soporte del diente, y provocar reabsorciones óseas, cambios de posición de los dientes y movilidad, entre otras manifestaciones.
—¿Cuál es el método correcto para un buen cepillado dental?
—Un cepillado correcto es aquel que logra una eficiente higiene bucal, y es capaz además de estimular la superficie gingival y no lesionar la superficie dentaria, ni los tejidos gingivales.
—Le formulo ahora cuatro preguntas: ¿Cuántas veces al día debemos hacerlo? ¿Durante qué tiempo cada vez? ¿Incluye el cepillado de la lengua? ¿Es imprescindible la pasta dental?
—Debemos realizar el cepillado dental cuatro veces al día, después del desayuno, del almuerzo, la comida y antes de acostarnos, incluyendo el cepillado de la lengua. Es importante el cepillado antes de dormir, pues durante este periodo se crean las condiciones para que las bacterias que colonizan la cavidad bucal proliferen. El tiempo que demanda dependerá en parte de la minuciosidad y destreza que desarrolle. La pasta dental por sus componentes produce sensación de limpieza y bienestar a la vez que puede contribuir al control químico de la placa. No obstante su uso no es imprescindible, ya que el arma fundamental para lograr una eficiente higiene bucal radica en la acción mecánica que realiza el cepillo dental.
—¿Son recomendables los enjuagues bucales con antisépticos o de agua con sal después de cepillarnos? ¿Y el uso del hilo dental?
—Los enjuagues bucales pueden ser usados como coadyuvantes del cepillado pero no como sustitutos. El hilo dental es un medio eficaz para limpiar las superficies dentarias proximales. Debe usarse con cuidado al pasar el hilo por el área de contacto para evitar que se introduzca con violencia y lesione la encía interdentaria. Resulta muy útil sobre todo cuando existen dientes muy apiñados producto de maloclusiones.
—¿Qué acciones adoptar después de los refrigerios entre comidas?
—Resulta recomendable que después de ingerir algún alimento entre comidas y no poder realizar el cepillado dental que sería lo ideal, por lo menos enjuagar la boca realizando buchadas fuertes para producir el arrastre mecánico de los microorganismos presentes y de las sustancias que favorecen su adherencia a la superficie dentaria.
—¿El fumar puede también dañar las encías?
—El humo del tabaco favorece el crecimiento de bacterias en la microflora bucal y, por tanto, en la placa dentobacteriana. Además, las manchas que sobre la superficie dentaria generan los productos de la combustión, eliminan la lisura del esmalte y esa superficie áspera aumenta la retención de los microorganismos.
—¿En qué momento de la vida debe empezar el cepillado dental?
—Tan pronto broten los primeros dientes temporales o de leche.
—¿Cuál es el lapso que debe mediar entre la ingestión de alimentos y el cepillado propiamente?
—Los procedimientos convencionales de higiene bucodental no garantizan la desaparición definitiva de la placa dentobacteriana, puesto que transcurridos aproximadamente 10 minutos de su eliminación, comienza nuevamente su formación. De ahí que no debamos exceder ese tiempo.
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Magda Lidia Tamayo dijo:
1
4 de mayo de 2014
22:15:58
Eduardo dijo:
2
5 de mayo de 2014
08:13:58
Kenia dijo:
3
5 de mayo de 2014
11:27:03
martin sergio vilca dijo:
4
5 de mayo de 2014
13:30:31
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