
Seguidamente refiere que entre las características fundamentales de este trastorno está la recurrencia de síntomas vinculados con la menstruación, como son el dolor mamario, retención de líquido, aumento de peso, cefalea, inestabilidad emocional o depresión, nerviosismo, cambios en el comportamiento, disminución de la concentración y trastornos del apetito.
La doctora Riverón Cobo es especialista de primer grado en Medicina General Integral, y también en Ginecología y Obstetricia, Máster en Atención Integral a la Mujer, Profesora Auxiliar y jefa del Servicio de Ginecología del Hospital Ginecobstétrico "Eusebio Hernández", ubicado en La Habana.
—Doctora, en cuanto a las causas de la tensión premenstrual usted decía que "son controvertidas aún". ¿Qué hipótesis se plantean?
—Se mencionan diferentes teorías. Las genéticas dadas por incidencia familiar; las psicológicas, que el síndrome refleja conflictos no resueltos; las sociales como resultado de actitudes negativas ante la menstruación; las biológicas, que aparecen únicamente en ciclos ovulatorios y relacionándolas con desequilibrios hormonales, entre otras causas.
—¿Es frecuente en nuestro medio?
—La frecuencia registrada en la literatura oscila entre el 30 y el 90 % de mujeres en edad fértil. El número de pacientes que consultan al médico está en el rango de un 10 a un 20 %.
—¿A qué edades suele presentarse la tensión premenstrual y con qué síntomas e intensidad?
—La sintomatología puede presentarse desde la primera menstruación o menarquía hasta la última o menopausia. Estos suelen ser muy leves en la adolescencia y primeros años de la edad adulta y manifestarse de forma franca hacia los 35 años. Los síntomas no tienen relación ni con la paridad, ni con la fertilidad, y aparecen en los cuatro o cinco días previos a la menstruación y desaparecen bruscamente una vez comienza. No persisten más de una semana.
—¿Afecta en lo social y laboral el desempeño cotidiano de la mujer?
—El síndrome premenstrual llega a constituir una entidad morbosa capaz de producir una auténtica perturbación en determinadas mujeres. Afecta los hábitos de conducta con repercusión sobre la ocupación laboral y la eficacia en el trabajo. La propia mujer refiere que se hace inaguantable para los que la rodean, y tiene un impacto considerable sobre el ausentismo y la falta de eficiencia en el trabajo.
—¿Los anticonceptivos orales disminuyen o incrementan la tensión premenstrual?
—El uso de anticonceptivos orales, con el objetivo de interrumpir la ovulación, podría curar a algunas pacientes, pero también po-dría agravar los síntomas en otras, por lo que deben ser utilizados con precaución.
—¿Esta tensión muestra algún cambio en su presentación a medida que se aproxima al periodo de transición a la menopausia?
—Esta enfermedad aparece en periodo reproductivo relacionado con ciclos ovulatorios y al acercarse la menopausia estos síntomas van disminuyendo su intensidad hasta desaparecer.
—¿Existen pruebas de laboratorio específicas que puedan contribuir al diagnóstico?
—El diagnóstico es difícil ya que las causas son desconocidas y no existen marcadores objetivos para cuantificar la gravedad de la sintomatología.
—¿El tratamiento es curativo o solo paliativo? ¿En qué consiste?
—El tratamiento de esta enfermedad no está estandarizado, ni tampoco es exitoso y debe ser individualizado. De ahí que sea paliativo. Entre las medidas generales a realizar están los ejercicios físicos, la dieta, las vitaminas. Entre los medicamentos el uso de diuréticos para el edema, sedantes para los trastornos nerviosos y el tratamiento hormonal con progestágenos.
—¿La familia puede brindar alguna ayuda?
—La familia es de gran importancia en el manejo de esta enfermedad, pues las pa-cientes requieren de ayuda familiar porque hay afectación de la esfera afectiva y su intensidad puede dañar la esfera familiar y social.
—¿Cuándo consultar al médico?
—Desde la aparición de los primeros síntomas con vistas a que la enfermedad no llegue a presentarse en sus formas más graves.
—En general, ¿cuáles son las expectativas?
—Este síndrome transita desde las formas leves mencionadas, con buenas expectativas, a formas más graves que pueden simular un estado psicótico, con cambios sorprendentes en la personalidad y crisis emocionales que dificultan el razonamiento y su relación tanto con el médico como con la familia. Puede presentar, además, cefalea incapacitante acompañada de síntomas sensoriales y motores e incluso asociarse a suicido y otros factores de violencia.
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rogelio dijo:
1
3 de abril de 2014
21:35:48
Maylin dijo:
2
7 de abril de 2014
13:19:55
Arleen dijo:
3
11 de abril de 2015
08:54:27
Miniurkis dijo:
4
6 de junio de 2018
17:01:20
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